La plataforma Forzados ha mostrado su satisfacción por los resultados obtenidos en la campaña de matriculación de nuevos alumnos de la Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén (EIMIA), y ve «reforzados» con ello los argumentos que esgrimía en las movilizaciones del pasado mes de mayo en contra de la supresión de titulaciones en esta Escuela Universitaria.
Según la plataforma, actualmente la matricula continúa abierta, pero ya se han cubierto los objetivos de matriculación para las cuatro titulaciones de grado, rondando los 700 alumnos para el presente curso 2012/2013. Esto supone un aumento significativo de estudiantes, tanto en la rama de industrial como en la de minas.
«Este hecho viene a corroborar los argumentos de ‘Forzados’ en contra de la intención del rectorado de la Universidad de Castilla-La Mancha de suprimir dos de las cuatro titulaciones de grado que actualmente se ofertan, concretamente las dos de la rama de industriales», señala Forzados. «La oferta educativa que ofrece supone la viabilidad, presente y futura, de la Escuela al suponer un acceso a la formación universitaria para una amplia área geográfica. Sin mencionar el impulso que supone para la economía de la comarca la actividad económica que generan los alumnos de la Escuela», subraya la plataforma, para la que «a esto también hay que sumar el espaldarazo que supone para la localidad de Almadén la declaración de sus Minas como Patrimonio de la Humanidad el pasado 30 de junio. La EIMIA, heredera de la antigua Academia de Minas, sin duda forma parte de esta declaración y, por tanto, se hace indisociable el binomio Almadén ciudad Universitaria y Patrimonio de la Humanidad».
A juicio del colectivo, «del análisis de los resultados de matriculación se desprende la certeza de que los grados que en la EIMIA se imparten son hoy en día de los más demandados y un complemento ideal de otros, como los de Ingeniería Civil o de la Edificación, que también podrían impartirse en la misma Escuela sin apenas aumentar la plantilla de profesores y optimizando de esta forma, aún más si cabe, las instalaciones y el coste por alumno. No hay que olvidar también, a la hora de valorar los resultados obtenidos, que se ha tenido que vencer el efecto negativo que el intento de cierre de la Escuela supuso en la campaña de captación de nuevos alumnos».
