Luis Mario Sobrino.- Ayer por la tarde estuve en la inauguración del ciclo de cine de verano organizado por Solman y por la Biblioteca Pública de Ciudad Real.
A las 21.30 ya estaban los aledaños de la Biblioteca llenos de gente ávida de este evento cultural perdido desde hace años en nuestra ciudad, el cine de verano: En Ciudad Real tuvimos varios, el Calatrava, el Romasol, el Savoy y el último en desaparecer, más «moderno» junto a la Pl de Pio XII.
Los que estábamos esperando que se abrieran las puertas, comentábamos precisamente eso, la desaparición de esas pequeñas ágoras audiovisuales donde veiamos las peliculas de los 60 y 70 de Marisol, Fantomas, del Oeste, etc; y sobre todo, ese llevarte un bocatilla con la gaseosa de entonces y la bolsa de pipas o patatas, y sobre todo ese ambientillo tan popular y de pueblo que se respiraba.
Se abren las puertas de la Biblioteca y nos «hacinamos» pues solo hay 60 entradas por el tamaño del aforo…
Entramos, subimos y salimos a la expléndida terraza desde la que se ven efectivamente las copas del parque de Gasset…
No cabemos y tienen que sacar unas sillas. La gente que no la consigue se queda de pie o sentada en el suelo.
No pude quedarme pues tuve una llamada antes de empezar la película y tuve que irme cediéndole mi invitación a otra persona.
En la pantalla – bastante aceptable, me recordaba la del CineClubJuman hace años en la residencia Sto Tomás… – la imagen en blanco y negro de Chaplin con la pelicula The Kid, El niño, todo un canto de ternura y a la vez de denuncia ante la insensibilidad.
Salí de la Bibloteca y aún habia mas de 30 personas esperando entrar. ¡Todo un éxito!
Gracias Biblioteca pública y gracias Solman por esta iniciativa cultural-lúdico festiva y solidaria. Gracias, y que se repita.
Ojalá volvieramos a tener un cine – al menos – de verano.