Provistos de piquetas, catalanas, picos y palas, alumnos y titulados de la Universidad de Castilla-La Mancha desafían un año más el sol del mes de julio que brilla sobre el yacimiento arqueológico de Alarcos dispuestos a recuperar para las nuevas generaciones el pasado de nuestros antepasados. En esta nueva edición de la campaña de excavaciones universitaria, la veintena de jóvenes participantes centra sus trabajos en la primera zona de ocupación del cerro, entre el Bronce Final y la primera Edad del Hierro, 1.000 años a.C.
Verano tras verano y así desde hace ya casi tres décadas, un ‘ejército’ de alumnos y titulados de Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) vuelven al cerro de Alarcos (Ciudad Real) con el objetivo de librar una nueva batalla: reconstruir la vida diaria de los habitantes que poblaron el lugar entre la Edad del Bronce y la Medieval, pasando por el periodo Ibérico, para así construir un registro social, cultural y económico de nuestro pasado y ofrecérselo a las nuevas generaciones.
Sus únicas armas son las arqueológicas. Las mismas que hasta la fecha han permitido hallar y documentar parte de la trama urbana de la ciudad ibérica y un muro medieval. Sin olvidar sendos periodos de la Historia, la veintena de jóvenes que en esta nueva edición participan en las excavaciones centran su actividad en la primera ocupación del cerro fechado entre el Bronce Final y la primera Edad del Hierro, entre los siglos X y VIII a.C.
Ya el año pasado, los alumnos descubrieron la habitación de una vivienda datada 1.000 años a.C.. En éste, según explica la profesora de Prehistoria de la UCLM y directora de la campaña, Rosario García Huerta, junto con el profesor David Rodríguez, el objetivo es seguir trabajando en este nivel de ocupación y así hallar estructuras y materiales que permitan establecer una cronología y documentar mejor el asentamiento durante el Bronce Final y la primera Edad del Hierro.
Junto a este nivel, los alumnos continúan trabajando en el Ibérico. De hecho, García Huerta señala que ha sido en esta campaña y en este nivel, en el que hace años se descubrió un almacén de cereal, cuando se han encontrado semillas que no son de cereal y que por tanto habrá que estudiar. “Quizás nos aporten nuevos datos”, dice.
Asimismo, la profesora García Huerta indica que este año, como novedad, en la campaña de excavaciones arqueológicas en Alarcos colabora el grupo de investigación de Mineralogía Aplicada de la UCLM que dirige el profesor de la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas Anselmo Acosta. Esto permitirá que por primera vez se empleen métodos químicos para analizar los objetos de cerámica que se hallen durante el periodo de excavaciones.
La campaña de excavaciones es un complemento práctico a la formación académica que los alumnos reciben en el aula. Durante la misma, y a lo largo de dos semanas, los estudiantes aprenden a planificar una excavación y a trabajar en la misma, a diferenciar materiales arqueológicos y a dibujar estructuras. Al componente formativo de campo se suma el investigador que se lleva a cabo en la Facultad de Letras y que permite examinar los restos encontrados en el yacimiento.