Argamasilla de Calatrava expresó ayer su rechazo al cambio de horarios del Punto de Atención Continuada del Centro de Salud, una medida aprobada por el Gobierno de Castilla-La Mancha que, de seguir adelante, «dejará sin servicio de urgencias, curas y colocación de inyectables a sus vecinos y a los de Villamayor de Calatrava a partir del próximo 15 de julio», según el Consejo Local de Salud.
Más de un millar de personas tomaron en la tarde de este martes, 3 de julio, la Plaza del Ayuntamiento de esta localidad, convocados por su Consejo de Salud. La llamada fue secundada además por representantes de diferentes colectivos de la localidad, miembros de la Corporación Municipal rabanera, de Villamayor y de Puertollano (cuya Plataforma Ciudadana arropó la reivindicación al margen de adscripciones políticas).
Especial significación tuvo la presencia de profesionales sanitarios que prestan servicio en Argamasilla de Calatrava y cuya continuidad queda en entredicho con la decisión. El acto, que se prolongó por espacio de casi media hora y transcurrió con total normalidad y respeto, quedó abierto con la lectura de un manifiesto al que puso voz la portavoz del Consejo, Teresa Portugués.
El texto ponía de manifiesto algunas de las «muchas consecuencias» que acarreará el cierre en una población de 6.100 habitantes, además de los referidos de Villamayor y otros no empadronados pero que habitan infinidad de chalets en el municipio. El principal es que los usuarios «tendrán que desplazarse al obsoleto ambulatorio de la Avenida Primero de Mayo, lo que acarrea un tiempo que en algunos casos puede ser vital, un plazo al que de requerirse el traslado en ambulancia se habría de sumar al menos otros 20 minutos».
«Por estas causas y muchas otras que desde hace días se vienen explicando ante la opinión pública, rogamos a las personas que están tomando estas decisiones que recapaciten y no nos quiten lo que tenemos, pues según la Constitución española toda persona tiene derecho a una Sanidad y Educación adecuadas, esperando un dictamen justo”, concluía el manifiesto, dando también las gracias a todos los presentes.
La alcaldesa, Jacinta Monroy, hizo lo propio y explicó a los presentes las sucesivas gestiones que ha venido realizando para tratar de impedir “los rumores” que, al parecer, se quieren hacer realidad. Apuntó al respecto los diferentes contactos realizados ante la Consejería, «cuyos responsables primero negaban estas intenciones para, finalmente, la semana pasada no tener más remedio que reconocer la verdad».
Monroy instó a seguir movilizándose porque “es la única carta que ya podemos jugar, no entiendo las razones por las que la medida se aplica a un municipio que es el de mayor población y área de cobertura de todos los que en Castilla-La Mancha se verán afectados».
El acto concluyó a los acordes de una charanga que animó a los presentes a cantar la consabida proclama del «No nos moverán», lema que se sumó al de decenas de pancartas que, como la que se instaló en el edificio consistorial, persiguen la defensa del servicio público de salud en la localidad.
Asimismo, se ubicó una mesa para continuar la recogida de firmas que se viene llevando a cabo desde días atrás por este mismo motivo.