El Sindicato de Enfermería de Castilla-La Mancha, SATSE, considera inadmisible y llevará a cabo acciones de protesta ante el cierre de los Puntos de Atención Continuada (PAC) anunciado hoy por el director gerente del SESCAM, Luis Carretero, porque dejará sin atención sanitaria de urgencia a pacientes de poblaciones y núcleos rurales de Castilla-La Mancha que no podrán recibir los primeros cuidados en caso de enfermedad, lo que aumentará la probabilidad de muerte.
Para SATSE el cierre de los 37 centros de Urgencias, que será efectivo desde primeros de julio (14 que dejarán de prestar servicio y 23 a partir de las 20 horas) es una medida que tendrá un alto coste para la población, puesto que se van a producir muertes que podrían haberse evitado.
Para el Sindicato de Enfermería la justificación de los servicios sanitarios, en este caso de Urgencias, no se basa en criterios cuantitativos ni productivos, sino en el resultado de calidad, prevención y promoción de la salud. Por ello, es importante destacar que estos PAC (puntos de urgencias) garantizan la atención al paciente en cualquier momento y que son los responsables de la prestación de los primeros cuidados en cualquier proceso de enfermedad, garantizan la supervivencia y posibilitan el acceso a servicios especializados de los pacientes.
Además, con esta actuación el Gobierno regional privará a los usuarios de servicios básicos sanitarios y castigará a poblaciones y núcleos rurales, ya de por si desfavorecidos, que contribuyen con sus impuestos al sostenimiento de una sanidad de la que no podrán hacer uso.
El Sindicato de Enfermería reitera su rechazo a las medidas de recorte que desde el pasado mes de diciembre viene tomando el Gobierno regional de forma unilateral y al modo de actuación de los responsables de la Consejería de Sanidad y del SESCAM en el que prima el ocultismo, (como lo prueba el hecho de que la noticia de hoy haya sido comunicada primero a los medios de comunicación antes que a los representantes de los trabajadores). Estas medidas de recorte suponen no solo el empeoramiento en las condiciones laborales de los profesionales, sino de la calidad de la asistencia que se presta al usuario y, por tanto, de la salud de la población en general.
SATSE mantiene su apuesta por una sanidad pública, gratuita, universal y de calidad, y considera necesario la participación de todas los agentes implicados en cualquier medida que afecte a la sanidad pública.