Miguel Ramírez Muñoz. Coordinador Provincial de IU Ciudad Real.- Como dijo Cayo Lara, “los españoles le tememos más a los Consejos de Ministros que a una vara verde”. Se refería nuestro paisano a que la agenda reformista del Gobierno de Rajoy nos lleva a que cada viernes que se reúne el Consejo de Ministros se aprueban medidas que suponen graves pasos atrás de nuestro Estado Social, Democrático y de Derecho.
El hecho de que las medidas que está tomando el PP caminan en el sentido contrario de muchas de sus promesas electorales no lo deberíamos tomar como un fraude electoral, sino como que toda la arquitectura ideológica y económica de su programa era falsa. De entre todas las reformas y medidas llevadas a cabo hasta ahora, nos quedaremos con las últimas; co-pago sanitario y farmacéutico, subida del IVA y céntimo sanitario en Castilla La Mancha.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) rechazó en un reciente informe, la conveniencia de la implantación de sistemas de co-pago en sanidad, pues a la vista de los hechos, se acaban expulsando de la asistencia sanitaria a los sectores más desfavorecidos, con los graves efectos que ello conlleva de aumento de la mortalidad o de riesgos para la salud pública. Además es mayor el coste de montar todo el aparato burocrático y administrativo para el cobro y facturación que el ahorro a conseguir. De hecho, se estima que el coste de la emisión de las nuevas tarjetas sanitarias será de cerca de 900 millones de euros.
El Ministro de Guindos anunció el pasado viernes la subida de los impuestos al consumo y la relajación de los costes sociales en la contratación. Y digo relajación que no rebaja, pues lo que espera el Gobierno de su reforma laboral es que las empresas puedan ajustar a la baja los salarios en torno a un 20%, lo que lógicamente supone una bajada de los costes sociales al bajar la base de cotización, pero en ningún caso se plantea una rebaja, pues tal como están las cuentas de la Seguridad Social, nadie entendería y menos la UE, una medida que supusiera de una manera inmediata una caída de ingresos del sistema.
La subida de impuestos al consumo, entre ellos el IVA, supone una nueva merma a la capacidad adquisitiva, provocará una caída de la demanda y del consumo, y un aumento del paro. El hecho de que Zapatero ya usara esta táctica, anunciar con 6 meses de antelación una subida del IVA, para adelantar grandes compras y así animar artificialmente la economía, no supone que esta medida funcione ahora. Básicamente porque el crédito sigue sin fluir, y las perspectivas de recesión económica que prevé el propio Gobierno no animan a la inversión.
Y por último, la subida del céntimo sanitario en Castilla La Mancha. Nuestra región se había convertido ya en una isla en la aplicación del céntimo, ya que estamos rodeados por CCAA que no lo aplican o lo hacen con un tipo menor, y eso tiene un doble efecto negativo. Por un lado, los grandes consumidores como las flotas de transporte huyen de las gasolineras de la región, generando menos ingresos, pero también están limitando la posibilidad de desarrollo de áreas logísticas de transporte, que son muy necesarias para favorecer el desarrollo económico y la colocación de nuestros productos en mercados nacionales e internacionales.
También afecta a los trabajadores, parados y pensionistas, ya que estos no pueden descargar ni compensar esta subida de precios en nadie, y solamente supondrá una nueva pérdida de capacidad adquisitiva y caída del consumo. Castilla La Mancha, y especialmente Ciudad Real, combina a la vez algo contradictorio, y es que somos una comunidad más inflacionaria y con menor renta per cápita que la media nacional.
Como vemos, el efecto de todas estas medidas (reforma laboral para reducir salarios, re-pago sanitario, subida de impuestos al consumo y la aplicación del céntimo sanitario) persigue un único objetivo: la incautación y derivación de las rentas del trabajo hacia el sector financiero y las grandes empresas a través de la inflación, los impuestos al consumo y el adelgazamiento del Estado del Bienestar.