Roberto Sabrido Bermudez. Ex consejro de Sanidad de Castilla–La Mancha. Secretario Regional de Sanidad y Consumo del PSCM-PSOE.- Decía Fernando Lamata, en su despedida pública como Diputado Regional, que tenía un sabor agridulce y ha de decirte querido amigo que yo también.
Si sólo pienso egoístamente me alegro (como supongo que también Pepa), pues vamos a tener más tiempo para vernos, para charlar, para compartir, pero si pienso colectivamente creo que Castilla la Mancha pierde un poco y por lo tanto todos y todas perdemos un poco. Y no te extrañes con lo de solo un poco, pues lo digo porque se que vas a seguir trabajando por esta tierra aportando ideas y provocando reflexiones sobre lo que ha sido y es tu pasión (además de la poesía y el tango): la sanidad pública universal, equitativa, de calidad y gratuita en el momento de la prestación.
Nos conocemos desde hace mucho tiempo, y he tenido la oportunidad, y por lo tanto el privilegio, de trabajar muy estrechamente contigo en esa tarea apasionante que fue poner en funcionamiento el Servicio de Salud de Castilla la Mancha. Con tu dirección y el esfuerzo de muchos hombres y mujeres de esta tierra, profesionales de la sanidad ,en su mayoría, pero también muchos ciudadanos/as anónimos de los que recogíamos muchas ideas, de eso que llamábamos pequeñas grandes cosas y ,por supuesto, por el esfuerzo de los representantes políticos de diferente signo ( ¡que tiempos aquellos! ). Así, juntos, logramos que el SESCAM fuese respetado y querido por todos y todas y valorado muy positivamente por su funcionamiento, a la vez ,por que no decirlo, que envidiado en otras Comunidades Autónomas.
Quiero dejar constancia pública (aunque ya sabes que a mí se me da mejor actuar que escribir) de lo que la gran mayoría dice y comenta en privado, que es tu trato siempre afable y educado, tu amabilidad, tu capacidad de escuchar (algo tendrá que ver en esto tu formación de psiquiatra) y de dialogar, tu gran capacidad de trabajo y la ilusión que siempre transmites por la Sanidad.
Sabes que no coincidíamos ni coincidimos en todo, pero siempre hemos sido flexibles para que de los diferentes puntos de vista surgiese lo mas adecuado en cada momento. Sé que estas palabras las suscriben los que te conocen mucho y los que te conocen menos. Bueno, no todos, ya que todavía hay personas que confunden la legítima discrepancia política con las malas palabras, incluso en las despedidas, pero la buena gente de esta tierra saben discriminar en estos casos.
Así pues, como te decía al principio, quiero ser un poco egoísta y decirte hoy y siempre HOLA QUERIDO AMIGO.