El pasado viernes se aprobó en Pleno extraordinario el llamado Plan de Ajuste del Ayuntamiento de Tomelloso, un requisito imprescindible para acogerse al Plan de Pagos del Gobierno, que no es otra cosa para el grupo municipal de UPyD que «convertir un gasto corriente en una deuda a largo plazo de 2.136.000 € a pagar en 10 años».
El grupo UPyD considera este plan como una «auténtica intervención a escala local como la que ha podido sufrir Grecia por parte de la UE y no precisamente por su buena gestión». Para José Luisa Benito Andújar, «el Ayuntamiento ha perdido autonomía de gobierno para los próximos 10 años porque no le ha quedado otra salida si quería pagar la deuda que tenía contraída con proveedores desde junio del año pasado». Así, asegura que sobre el departamento de intervención ha recaído la responsabilidad de decidir objetivamente los recortes a aplicar sobre cada una de las partidas y colocar un rígido arnés a toda la gestión económica, en especial de los presupuestos de los próximos 10 años.
Esta circunstancia, para Benito, «debería hacer sonrojar a cualquier gobernante porque dicta importantes directrices en materia económica y limita la capacidad de tomar decisiones y adquirir compromisos con los ciudadanos de futuro». «De hecho», recuerda, «otros alcaldes del PP como el de Alcázar han manifestado orgullosos su independencia al no necesitar recurrir a este plan».
«Además, la necesidad de aplicar este plan pone en evidencia la falta de previsión y la irresponsabilidad de la gestión del alcalde tal y como pone de manifiesto el propio plan que en su análisis de la situación actual del Ayuntamiento destaca, entre otros estos asuntos la sobredimensión de la estructura de personal, la reducción de 2,5 millones de euros en la partida de impuestos indirectos y un aumento de la deuda a corto plazo del 287 % desde 2009. Además, el plan pone de manifiesto haber alcanzado el techo de endeudamiento a largo plazo al haber superado el 75 % de los ingresos corrientes con lo que el Ayuntamiento no podrá pedir más préstamos ni este año ni el que viene», señala el representante de UPyD.
El plan contempla una serie de decisiones que se habrán de aplicar y que este grupo municipal califica de inevitables, «pero que deberían haberse aplicado hace tiempo por considerarlas de sentido común». Por ello, califican la gestión de Cotillas como de “mal estudiante” que «deja para el último momento y cuando ya es irremediable, la aplicación de medidas correctoras del rumbo, obligado por unas circunstancias que no dejan otra alternativa».
Las correcciones propuestas las entiende UPyD como positivas, lógicas y de sentido común, «pero llegan tarde».