La consejera de Agricultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha asegurado que la campaña de aceite en Castilla-La Mancha ha sido “extraordinaria, con un aceite de muy buena calidad”. En este sentido, Soriano ha anunciado que el objetivo pasa porque la aceituna “tenga un precio digno, para que nuestros agricultores puedan disponer de la renta que se merecen”.
Por ello, la consejera ha mostrado su satisfacción tras el anuncio que realizó el pasado viernes el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, después de reunirse con el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, sobre la puesta en marcha del mecanismo de almacenamiento privado del aceite.
En este sentido, durante la visita a la Cooperativa “Virgen de la Oliva” de Almonacid de Toledo, Soriano ha asegurado que el Gobierno regional “está ayudando e impulsando al sector y, por eso, el pasado 25 de enero solicitamos al ministro esta medida de regulación del mercado, así como la necesidad que se modifiquen los precios de referencia, que se fijaron hace quince años y nada tienen que ver con la situación económica actual”.
La titular de Agricultura ha explicado que los mecanismos de regulación del mercado “tienen que ser ágiles y activarse con rapidez para que puedan ser eficaces y no ocurra como en la campaña anterior, en la que el almacenamiento privado se activó en el mes de septiembre cuando la campaña ya estaba vencida y por lo tanto, no sirvió de nada”.
Asimismo, Soriano ha declarado tener “muchas esperanzas” en esta campaña del aceite y que los precios remonten. “Esperamos un buen repunte, porque entendemos que no hay ningún exceso de producción que pueda justificar la caída de los precios. En el año 2009, cuando se reactivó el almacenamiento privado, se consiguió un repunte de aproximadamente un 25 ó 30 por ciento en las cotizaciones del aceite”, ha señalado.
Por último, la consejera de Agricultura ha hecho hincapié en el desequilibrio existente entre el productor y el distribuidor del sector olivarero, una situación de desventaja para el productor que es necesario reforzar. A su juicio, una de las maneras de hacerlo es a través de la agrupación de cooperativas entre sí, desde el punto de vista de la comercialización, es decir, “una integración comercial para poder facilitar la venta del aceite, no solamente en el mercado nacional, sino también en el internacional”, ha concluido.