El PSOE ha convocado en Toledo a cientos de sus alcaldes de la región para protestar contra lo que consideran un atropello: que el Gobierno de Cospedal ponga, a los Ayuntamientos que nos sean del Partido Popular, al final de la cola de cobros. Tan vehemente y poco convincente como de costumbre, José Manuel Caballero ha dicho que la merendola socialista se celebra sin «interés político o partidista», sino con la intención «de denunciar dos cosas: que o la Junta paga o tendrán que cerrar muchos servicios directos a los ciudadanos y dependencias municipales y que defendemos el derecho de los ciudadanos de los 439 localidades gobernadas por el PSOE a tener igualdad de oportunidades con los que viven en los pueblos y ciudades en los que el alcalde es del PP».
Una de dos, o José Manuel Caballero tiene un concepto metafísico de lo que es político y partidista o el PSOE en pleno se ha citado en el Hotel Beatriz para enfrentarse en una épica y rocambolesca batalla de almohadas. Tan fiero en las lides viscoelásticas como en la política, ¡Cuidado!… el secretario regional de organización socialista es de los que no hace prisioneros.