Estamos, un año más, celebrando el día de los humedales. De todos es sabidos, que cuando existe un día de significación, es porque hay una exigencia de proteger y dar a conocer la necesidad de adoptar medidas, en cualquiera de los ámbitos, bien sean institucionales o sociales para recuperar, regenerar o mejorar lo que ese día se propaga.
El 2 de febrero de 1971, en la ciudad de Ramsar (Irán), se adopto la convención sobre los Humedales o Convención Ramsar, con el objetivo de “«la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo».
Esta Convención, moderna y única dedicada a la protección de los humedales, contiene una lista, conocida como Lista Ramsar. Actualmente están adheridos 160 países y la Lista Ramsar acoge a 1950 humedales, 75 de ellos están dentro del territorio español. Para estar en esta lista el humedal en cuestión tiene que estar dentro de los criterios para la identificación de importancia internacional.
Las peculiaridades y especiales circunstancias de biodiversidad de los humedales de Villafranca de los Caballeros, donde el agua, zonas de encharcamiento, praderas, vegetación y avifauna, crean un especial ecosistema que el tiempo, los usos y las tradiciones han fusionado estos humedales con sus gentes, creando una conurbación de naturaleza y lugareños, donde Lagunas y Villafranca son la parte y el todo.
Los criterios están, solamente falta la voluntad Institucional para que esta Reserva de la Biosfera y Natural de Villafranca de los Caballeros, este dentro de las Lista Ramsar de Humedales de Importancia Internacional.
Recordando el lema “Un lugar para ver y conocer”, utilizado en FITUR 2012, para promocionar Villafranca de los Caballeros, donde sus Gentes se identifican junto a sus lagunas, creando un sentimiento único, nos lleva a ser exigentes para que día a día se tomen decisiones y se lleven a cabo medidas que fomenten la mejora de nuestros humedales, pero este mismo empeño se debe traducir en acciones y buenas costumbres que cada uno de los que las “vemos y conocemos” fomente su embellecimiento y respeto, impidiendo cualquier acto que degrade nuestras lagunas.
Solamente, cuando nuestras exigencias y actos, se unan en una sinergia para cuidar esta natural belleza y biodiversidad, estaremos en condiciones de hacer nuestro el Mensaje 12 (40 aniversario Ramsar) “Humedales, recreación y turismo: una bocanada de aire fresco”, por ser un sitio ideal para el turismo mediambiental.