Una EFErvescente agencia de noticias ha difundido una alucinógena opinión: la Asociación de Titulares de Cotos, Cazadores y Actividades Afines a la Caza de Castilla-La Mancha (Atica) cree «muy posible» que el envenenamiento de las 6 águilas imperiales en Ciudad Real haya sido un «sabotaje» para perjudicar a la administración central tras el cambio de «signo» del Gobierno. EFEctivamente, como mis avezados lectores han intuido, puede que alguna persona cercana a Atica haya consumido algún potaje aderezado con tajadas de los cebos contaminados que acabaron con la vida de las rapaces. De otra forma no se explica el origen de estos delirios conspiranoicos.
Cierto es que, por ejemplo, en el antiguo Gobierno de Barreda, había quien encontró en el veneno su principal herramienta de trabajo; pero, pese a esto, nos cuesta imaginar a ciertas personas retozando monte arriba y monte abajo trajinando con descoyuntadas ovejas untadas de ponzoña y bálsamos maquiavélicos.