La Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, explicó el pasado día 20 de Enero que el Ejecutivo del Sr. Rajoy establecerá una serie de obligaciones legales a los gestores públicos para poder sancionarlos penalmente si incurren en una falta de “dolo acreditado” o tienen “gran culpa” en el incumplimiento de sus presupuestos económicos y en los objetivos de déficit público establecidos. Habló también de una nueva Ley de Transparencia que determinará un conjunto de obligaciones legales de los gestores públicos para poder establecer posteriormente un régimen de infracciones y sanciones que podrían ampliarse.
En definitiva, la señora Vicepresidenta habla de una “ley de buen gobierno” ¡qué susto se ha debido llevar la Sra. Romero! Y es que ella es la Alcaldesa-Diputada que viene presupuesto tras presupuesto arrastrando un déficit que impide a nuestro Ayuntamiento hacer ningún tipo de inversiones. La Alcaldesa-Diputada que se salta la Ley de Estabilidad presupuestaria y que no lleva a cabo el Plan de Saneamiento económico al que viene obligada por la norma. La Alcaldesa-Diputada que tiene el Ayuntamiento de Ciudad Real en números rojos con un agujero financiero de 12 millones de euros. Agujero, por cierto, que ha tratado de tapar con la rescisión del contrato de gestión del agua con la empresa Aquagest, un expediente que pretendían haber tramitado hace meses pero que ha caducado por desidia y dejadez.
La Alcaldesa-Diputada ha sido incapaz de gestionar adecuadamente los presupuestos de este Ayuntamiento. Año tras año Rosa Romero sigue infravalorando los gastos e inflando los ingresos esperados, algo que solo conlleva más déficit y nos lleva a situaciones como las que vivimos en el presente ejercicio. El Ayuntamiento de Ciudad Real necesita de unos nuevos presupuestos que le permitan salvar la situación actual, ya que no sólo afecta a nuestro Consistorio como institución, sino que hay proveedores que no cobran desde hace muchos meses y que solo van a ver atendidas sus demandas después de que se tuviera que pedir dinero al Estado.
Es por todo esto que Rosa Romero debería tener mucho cuidado. Ella ya es culpable de la mala gestión, del déficit presupuestario, de que los proveedores no cobren, de que las ayudas no lleguen y de que las inversiones no existan, pero si además el Sr. Rajoy aprueba una Ley que penalice a los malos gestores, Rosa Romero será una de las primeras en sufrir las consecuencias.