Un ganadero del municipio sorprendió a todos los presentes con la exhibición de sus machos cabríos domesticados
Para San Antón lo más común es ver cómo se bendicen perros, gatos, conejos, tortugas y pájaros. Pero los tiempos cambian y cada vez tenemos mascotas más originales, exóticas, inesperadas y sorprendentes.
La palabra sorpresa es la más acertada para explicar las caras de todos los porzuniegos que paseaban por el municipio, al encontrarse por sus calles once machos cabríos conducidos por su cuidador, Julián Fernández Campos, ganadero de la localidad.
Al compás del casi olvidado sonido de los cencerros, los mansos llegaron hasta el Ayuntamiento donde fueron recibidos por el alcalde de la localidad, Raimundo Garrido, que de una forma espontánea participó de tan simpático espectáculo.
Toledano, Artillero, Madroño, Relojero, Voluntario, Cortijero, Mariposo y Gitano son algunos de los nombres de los once mansos protagonistas en esta festividad de San Antón en Porzuna.
Risas y aplausos fue lo que recibieron estos simpáticos animales al obedecer a las órdenes de Julián, que les hacía arrodillarse junto a él con sólo pedírselo.
Aunque ahora sorprende ver estas escenas, antiguamente era común que en todas las ganaderías se adiestraran machos cabríos salvajes para que condujeran al resto del rebaño. Una tradición casi perdida que Julián no ha querido olvidar continuando con esta tradición centenaria que le enseñó su padre.
Con el sonido de los cencerros de fondo, Julián explica orgulloso a sus vecinos que tarda casi un año en convertirlos en mansos, pero que con tan sólo un mes ya es capaz de llevárselos con el ganado y que responsan a sus nombres.