La consejera de Agricultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha anunciado esta mañana que el Consejo de Gobierno ha tomado en consideración la modificación de la Ley de la Viña y el Vino que obligaba a las bodegas y cooperativas a pagar un canon obligatorio dirigido a un fondo de promoción vitivinícola.
Durante su comparecencia ante los medios de comunicación, tras la reunión del Consejo de Gobierno, Soriano ha señalado que, con esta medida, “el Gobierno regional ha aprobado la iniciación de los trámites para eliminar el impuesto del vino que había instaurado el anterior Gobierno socialista, cumpliendo así el compromiso anunciado por la presidenta María Dolores Cospedal de eliminar este impuesto».
Según la consejera de Agricultura, “este impuesto hacía que las bodegas y cooperativas de Castilla-La Mancha fueran menos competitivas que las de otras comunidades autónomas”. Además, la consejera ha señalado que “este impuesto estaba gravando, en unos momentos de crisis como los actuales, a las bodegas haciéndoles pagar cada año hasta 0,6 euros por hectolitro de vino producido en nuestra región”. “Este impuesto gravaba al agricultor y les obligaba a recortar el precio del kilo de uva en unos momentos de crisis como estos”, ha criticado.
Asimismo, la consejera ha afirmado que “la recaudación de este impuesto se ha despilfarrado”, ya que “el anterior consejero de Agricultura ha utilizado este impuesto para pagar viajes y comidas de lujo, comidas y mítines de Barreda y para la propaganda del anterior Gobierno”. Soriano ha concluido asegurando que el Gobierno regional “libera” de este impuesto a los viticultores de Castila-La Mancha «para que las bodegas utilicen este dinero de forma voluntaria para cofinanciar proyectos de sus propias bodegas y cooperativas a través de los fondos de la OCM de la vid».