Ha sido cundir la alarma por la situación económica que vive la UCLM y abandonar su mutismo y complacencia los próceres de la progresía universitaria. Permanecieron callados e indolentes durante muchos meses, confiando a las urnas el mantenimiento de sus privilegios. Sin embargo, los ciudadanos truncaron sus planes provocando un inesperado cambio de Gobierno en Castilla-La Mancha.
Tras el pistoletazo de salida dado por el rector, los profesionales de la agitación tienen vía libre para iniciar una nueva campaña de manipulación informativa y movilizaciones varias que se mantendrán, curiosamente, hasta la próxima cita electoral. Su política es evidente: exonerar de cualquier culpa o responsabilidad al gobierno de Barreda y al equipo de Ataz, cargando todas las tintas contra el nuevo gobierno de Cospedal.
Sin embargo, estos profesores milicianos no han encontrado unanimidad en sus propuestas ni en el Comité de Empresa ni en la Junta de Personal del PDI ni en la Junta de Personal del PAS ni en el mundo sindical. Por mucha campaña mediática que estén realizando y por mucho linchamiento al que quieran someter a CSI•F y a sus delegados, no van a conseguir que los trabajadores de la UCLM participen mayoritariamente en su juego perverso.
Han estado más de 20 años subidos en el machito, arropando siempre y sin ningún tipo de rubor a los sucesivos gobiernos de la Junta de Comunidades y de la UCLM. No es que fueran progubernamentales, es que formaban parte integrante y activa de esos mismos gobiernos por lo que no alzaron la voz cuando Barreda redujo un 30% los fondos destinados a la UCLM. Desde CSI•F consideramos que ya está bien de prebendas, de tapar chanchullos, de crear cargos para amigos traídos de otras instituciones, de comisiones, de premios, de viajes exóticos, de fincas, de institutos de investigación y de másteres ad hoc.
Durante los últimos meses, muchos profesores de la UCLM nos contaron día tras día que se quedaban sin trabajo, otros alertaban sobre el desmantelamiento de la investigación, algunos no podían firmar sus contratos postdoctorales y los becarios llevaban varios meses sin cobrar. El rector y su equipo incumplían sus compromisos, retrasaban las ayudas de acción social, paralizaban la promoción, la oferta de empleo del Personal de Administración y Servicios y no integraban en la plantilla fija a los profesores Asociados LRU. Y muchos callaban.
Ante este lamentable panorama, ¿tenemos que apoyar de forma ciega al rector y su equipo en la gestión de la crisis?, ¿hemos de unirnos a movilizaciones en enseñanza no universitaria y a la huelga de secundaria?, ¿manipulamos a los alumnos para movilizarlos?, ¿hacemos caso a los eslóganes rancios de los “salvapatrias” y nos incorporamos al pensamiento único imperante desde hace mucho tiempo en la UCLM?
Evidentemente no. CSI•F ha pedido responsabilidades al gobierno presidido por Barreda, convocatoria urgente de elecciones al Rector y garantías de una financiación estable y suficiente para el mantenimiento y desarrollo de la UCLM al gobierno de Cospedal. Postura seria y consecuente que no persigue otro objetivo que defender los derechos y las retribuciones de los trabajadores y la viabilidad de la propia UCLM.
Las elecciones en la UCLM están a la vuelta de la esquina. Desde CSI•F creemos necesaria una regeneración de personas, ideas y políticas. No podemos seguir como hasta ahora. La JCCM, por su parte, debe asegurar de manera inmediata los fondos necesarios para el funcionamiento normal de la UCLM. Financiación y regeneración son dos objetivos básicos que darían un nuevo impulso a nuestra Universidad. Los profesores, los trabajadores de administración y servicios y los alumnos se lo merecen.