Ahora que conocemos la noticia de que nuestra alcaldesa aspira a conseguir un sillón en las Cortes Españolas, imagino que sin dejar sus obligaciones para con ésta ciudad, cuyos ciudadanos -según sus palabras- “tanto me quieren” y puesto que han transcurrido seis meses desde las anteriores elecciones locales en las que la Sra. Alcaldesa no paraba de celebrar que ésta ciudad era “su ciudad” y que su voluntad era dedicarse a ella en cuerpo y alma, pues eso, hoy vamos a empezar a hablar de la ciudad que nos van dejando.
Y digo que nos van dejando en sentido literal. En seis meses han huido de sus obligaciones más exigentes la alcaldesa, el ex-portavoz del equipo de gobierno, el concejal de hacienda, el concejal de deportes y no sé si en un futuro cercano, alguno más. Pero eso sí, se van con un profundo amor por esta ciudad que tanto les ha dado.
A grandes rasgos puesto que en próximos días iremos entrando con más profundidad en algunos temas, nos dejan una ciudad sin un proyecto detallado a medio y largo plazo, de modernización de la estructura de la ciudad. Una ciudad con unas previsiones de crecimiento prudente, que necesita que se establezcan parámetros razonables de desarrollo que sean controlables y que se definan en áreas determinadas. Debemos tener en cuenta que los últimos datos que aportan los servicios oficiales nos hablan de una desaceleración progresiva del crecimiento de la población.
Una ciudad en la que se hace necesario propiciar la creación y consolidación del nuevo Polígono proyectado por SEPES y definir unas condiciones de gestión que garanticen un rápido desarrollo del mismo y la implantación de un sector importante para la ciudad. Seguimos siendo una ciudad que no resulta atractiva para las empresas que prefieren localidades cercanas, con mayores facilidades para su implantación en estos momentos duros para todos. A lo mejor el gobierno de ésta ciudad debería replantearse su política de atracción de empresas (organismos públicos a su disposición no faltan, ya cuentan con ello, pero desconocemos a que coste).
Una ciudad que necesita con urgencia una red de aparcamientos que facilite la posibilidad de dejar el coche en lugares próximos. Aunque para el Sr. Concejal de Servicios a la Ciudadanía, la circulación en la ciudad no crea problemas salvo casos puntuales, es vox populi que tenemos un centro caótico, sin aparcamiento, con subida del precio de la ORA, con calles reducidas y conquistadas por los coches, ruido, polución. ¿Dónde está la aportación de Ciudad Real a la lucha contra el cambio climático?
Somos la capital de la provincia, pero no podemos ofrecer a nuestras empresas de la construcción todavía un centro de tratamiento de residuos, obra que ya ha sido prorrogada y que el pasado mes de septiembre tendría que haberse entregado y puesto a disposición de las empresas que lo necesiten. Igualmente desconocemos en estos momentos si la obra está en disposición de ser inspeccionada de manera que cumpla con los requisitos legales para su puesta en funcionamiento. Es ya una necesidad imperiosa para la ciudad.
En cuanto a la limpieza de calles, se nota en exceso la falta de dotación económica del Ayuntamiento. Ciudad Real se está convirtiendo en una ciudad poco pulcra, falta de dedicación al mantenimiento de sus calles. ¿Qué ocurre con esta ciudad, capital de provincia, en la que no llueve desde la primavera y no se baldean sus calles?. Pues ocurre que los vecinos opinan y con toda la razón del mundo, que las alcantarillas huelen, que hay atasco por la suciedad acumulada, y que el sistema de recogida de aguas debe de estar limpio y preparado ante la posibilidad de tener chubascos fuertes a lo largo del otoño o invierno.
Dar respuesta a todos estos asuntos y a muchos otros, es ser previsor. Eso es hacer ciudad participada, eso es contar con todos en la búsqueda de soluciones, eso es ser leal y responsable para con la ciudad y sus ciudadanos, con todos, con los barrios, con equidad y solidaridad, en fin, GOBERNAR en letras mayúsculas. Y cuando no se sabe o no se puede, solicitar y pedir ayuda a los que sin tener el mandato ciudadano para gobernar, sí tenemos la responsabilidad y las ganas de colaborar, para que en armonía y con ánimo de colaboración, esta ciudad, que se lo merece, avance.