El presidente de la asociación de Ayuda al Pueblo Saharaui de Miguelturra, José Luis Rodríguez, hacía balance del programa “Vacaciones en paz”, que consiste en la acogida de niños y niñas saharauis durante los meses de julio y agosto. En este 2011 han sido un total de nueve los niños y niñas saharauis que vivieron entre Miguelturra y Pozuelo durante los dos meses de verano.
Según Rodríguez, los pequeños, que regresaban a los campamentos a comienzos del mes de septiembre, “han pasado un verano muy a gusto y muy felices, al igual que sus familias de acogida”. En concreto, indicaba, dos de ellos han estado acogidos por familias de Pozuelo de Calatrava y los siete restantes en Miguelturra.
A lo largo de los meses de julio y agosto, los niños y sus familias han realizado numerosas actividades entre las que se incluyen la tradicional salida a las Lagunas de Ruidera o la excursión al Parque Warner, que no sólo se ofertó a las familias de acogida sino también a la población en general y en el que participaron 37 personas. El presidente de la asociación indicaba que probablemente éste ha sido uno de los años que más actividades se han hecho.
Por otra parte, Rodríguez quiso agradecer especialmente la implicación de los miembros de la Cofradía del Santo Sepulcro de la localidad, ya que aseguraba “han realizado varias actividades con los niños”.
Hay que recordar que, en Miguelturra, es el colectivo local de ayuda al pueblo saharaui, SAYMI, quien se encarga junto a la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de coordinar el desarrollo del programa “Vacaciones en Paz”; instituciones que dan ayudas al viaje y traslado de los niños desde el Sahara a sus casas en Miguelturra y Pozuelo.
Por otra parte, desde la asociación se ha comenzado a trabajar en la organización de nuevos proyectos ya que en el mes de mayo finalizaba el último que han desarrollado hasta el momento. Se trataba de un proyecto de rehabilitación de edificios públicos, en uno de los poblados de Ausere, que estuvo subvencionado por el Fondo de Cooperación del Ayuntamiento con 6.000 euros.
De esta manera, se becó a diez jóvenes que estaban en situación precaria y ellos fueron los encargados de rehabilitar los edificios. Rodríguez comentaba que en diciembre se hicieron los contratos de trabajo desde Saymi y en abril comprobaban durante su estancia en los campamentos que habían realizado muy bien su trabajo y ya estaba finalizado.
En cuanto a los proyectos futuros, Rodríguez indicaba que “nos gustaría desarrollar proyectos basados en cursos de formación del ocio y el tiempo libre y, sobre todo con mujeres ya que es uno de los más demandados”.