Cerca de una treintena de vehículos clásicos se dieron cita este sábado en la plaza de España en su vigésimo séptima edición. El alcalde Leopoldo Sierra, acompañado de la concejal de Servicios Sociales Mari Carmen Torija, recibieron a los participantes. A las 11:30 llegaba a la localidad la caravana en la que encontramos un Cadillac y un Ford Mustang de la década de los 50 y un Fiat 501 como la pieza más antigua.
Cerca de una treintena de vehículos clásicos se dieron cita el pasado sábado en la plaza de España. No habíamos retrocedido en el tiempo, en realidad era el Rally de Alarcos, que desde el pasado miércoles y hasta el domingo ha convocado a participantes de toda la geografía española, recorriendo la provincia para deleite de los aficionados al motor y a las antigüedades. Este año cumple su vigésimo séptima edición.
El sábado alrededor de las 11.30 horas llegaba desde Almagro a Daimiel la caravana, en la que podíamos encontrar un Cadillac y un Ford Mustang de la década de los 50 totalmente restaurados, y algunas piezas espectaculares anteriores a 1920 como un Fiat 501, el vehículo más antiguo de la concentración. Ramón Ramírez de Verger, delegado provincial de Real Automóvil Club de España y miembro de la organización nos explicaba los motivos por los que habían elegido Daimiel entre sus paradas, ya que según explicó “elegimos las ciudades encadenadas que nos puedan servir de orientación”.
El alcalde Leopoldo Sierra, acompañado de la concejal de Servicios Sociales Mari Carmen Torija, recibieron a los participantes. La organización por su parte, entregó al primer edil una placa conmemorativa y después se dirigieron a visitar el Museo Comarcal. Posteriormente tomaron un aperitivo antes de partir hacia Manzanares. Sierra agradecía a la organización el hecho de haber tenido en cuenta a Daimiel en la ruta. El acalde de la localidad agradeció que se haya elegido Daimiel entre las paradas del Rally y confesó sentirse muy orgulloso.