Durante los meses de verano, la Casa de Acogida BASIDA Manzanares cuenta con un grupo de voluntarios internacionales, que convive con los residentes y colabora en las actividades diarias. Uno de los responsables de la ONG, Félix Mendivil, dijo que la experiencia está resultando enriquecedora, y que su juventud y multiculturalidad aportan muchos beneficios a los residentes.
BASIDA Manzanares, una organización sin ánimo de lucro, que pretende dar respuesta al profundo problema sanitario y social de los portadores de VIH-SIDA, acoge en estos días a un grupo de jóvenes, que realiza labores de voluntariado. Éstos provienen de diferentes países, en concreto de Finlandia, Italia y Austria, junto a un joven de Aranjuez, que han decidido ocupar su tiempo de vacaciones ayudando a los demás y conociendo en profundidad la enfermedad del SIDA.
Uno de los responsables de la Casa de Acogida de Manzanares, Félix Mendivil, dijo que la experiencia con los voluntarios siempre “es positiva”. Resaltó que los chicos y chicas están aportando a la residencia frescura, juventud e interculturalidad, “que está siendo muy agradecida por los residentes”. Añadió que a este voluntariado internacional se une al voluntariado local, que está formado por un grupo de manzanareños, cuya labor desinteresada “está muy arraigada en la Casa”.
Mendivil resalta “la conciencia y solidaridad” de todos ellos. Añadió que algunos están estudiando carreras universitarias en su país, relacionadas con trabajos sociales. En cuanto a su trabajo en la Casa, consiste en ayudar a los profesionales en su labor cotidiana, desde levantar de la cama a un residente con problemas de movilidad, hasta ayudar en la cocina o en terapias ocupacionales.
En lo que respecta al perfil del voluntario en BASIDA, Mendivil explicó que “no existe”. Tan solo es necesario tener “ganas de ayudar a los demás”.
Por su parte, la joven finlandesa de 23 años, Kaisa Loikkanen, dijo que la experiencia en BASIDA está resultando muy gratificante. Señaló que, como estudiante de Ciencias Políticas, estaba muy interesada en conocer la realidad del SIDA, además de ver el trabajo de esta Organización No Gubernamental y conocer España.
Así, la voluntaria italiana, Marika Manzani, resaltó del equipo de profesionales y residentes de BASIDA “su amabilidad”. Señaló que han sido varias las ocasiones en las que ha realizado trabajos de voluntariado en su país natal, y que le gustaba la idea de hacer otros en diferentes países. Eligió España por conocer su cultura, sus gentes y el VIH-SIDA. Manzani estará como voluntaria en BASIDA durante seis meses.
Otra voluntaria que se encuentra en BASIDA Manzanares es Annah Pirschner. Se trata de una joven austriaca de 20 años que estudia Trabajo Social y quería practicar su español, así como labores de solidaridad con los enfermos de SIDA.
El Servicio Civil Internacional, al que se acoge el voluntariado de BASIDA, es un movimiento nacido en 1920, que trabaja por la paz y la solidaridad. Su principal herramienta de trabajo es la realización de campos internacionales de voluntario, en los cuales participan cada año personas en todo el mundo. Con la realización de estos campos se fomenta valores como la solidaridad, la igualdad y el entendimiento entre los pueblos.
BASIDA Manzanares acoge una veintena de residentes. Cuenta con un programa de ayuda a enfermos de VIH-SIDA con el que brinda en sus casas de acogida de Manzanares, Aranjuez, Navahondilla (Ávila), un hogar digno a quienes por su situación social y su fase avanzada de la enfermedad no tienen otra alternativa. También ofrece un programa de desintoxicación e intervención social, orientado a la recuperación y reinserción social de toxicómanos. Paralelamente, realiza labores de prevención, información, asesoramiento y formación de voluntarios en materia de SIDA y drogodependencias.