Invitado por la Cámara de Comercio de Ciudad Real, el otrora asesor económico de Zapatero y hoy Presidente de SEOPAN, el sr. Taguas, nos ha presentado cuáles son sus recetas y análisis sobre la economía española. Ciertamente tenemos que decir que no ha aportado nada nuevo al debate, pues sus proclamas suenan a más de lo mismo que viene predicando la bancada neo-liberal, salvo su propuesta de “pacto de rentas” para ganar competitividad y salir de la crisis.
Esta propuesta tampoco es nueva, pues ya los Pactos de la Moncloa tuvieron su pacto de rentas con el AES, pero sí es curioso que algunos pretendan ligar salarios con productividad cuando estamos en crisis, y no quisieran hablar de esa ligazón cuando sus beneficios aumentaban dos dígitos anualmente, sin que por ello el sector de la construcción se tenga por uno de los más productivos de la economía.
Al sr. Taguas hay que reconocerle en positivo que es de los pocos que hablan de la limitación de los beneficios empresariales para combatir la inflación: si una empresa tiene beneficios altos es probable que sea, entre otras cosas, porque lo que produce y/o vende podría ser más barato o porque su estructura de salarios y de precios que impone a sus pequeños proveedores le es muy favorable.
La inflación sigue siendo más responsabilidad de los beneficios empresariales y de que cada vez hay menos empresas produciendo que de los salarios. Además, con el paro existente es difícil echarle la culpa de la inflación a la clase trabajadora. Por tanto, no hay margen para controlar la inflación por la vía de los salarios sin perjudicar más aún al consumo tan necesario en nuestro sistema capitalista para salir de sus crisis.
Por otra parte, la “consolidación de las cuentas públicas” es el nuevo eufemismo para no decir recortes. Es una prioridad, nadie lo duda, pero se debería analizar cuánto de esa deuda pública de las diferentes administraciones es fruto de su “estructura”, del conjunto del gasto social: sanidad, educación, políticas sociales, y cuánto de una disparatada política de infraestructuras y de su descontrol, gracias a la cual se han repartido cuantiosos dividendos entre importantes empresas, precisamente algunas de las que representa el sr. Taguas.
Son numerosos los juristas y economistas alternativos, que plantean la necesidad de una cualificación ética de la deuda pública. Por ejemplo Grecia, que a pesar de su crisis y de tener su economía bajo vigilancia del FMI, ha sido uno de los principales compradores de armamento, o como los Juegos Olímpicos de Atenas, presupuestados inicialmente en 1.500 millones de euros acabaron costando más de 20.000 millones, con el consiguiente enriquecimiento de adjudicatarios y funcionarios de dudosa ética. Es decir: se exigen enormes sacrificios a los pueblos para pagar a tanto mangante.
Hoy sabemos que los “mercados” son insaciables. IU ha presentado una querella criminal contra las agencias calificadoras, como responsables de todo el organigrama político-económico que ha generado la crisis financiera internacional, así como su presunta complicidad en las burbujas especulativas contra las deudas soberanas de diferentes países. Esta querella todavía no ha recibido respuesta por parte de la Fiscalía, a pesar de los mensajes contra las agencias lanzadas desde el gobierno de España y de otras instituciones.
A día de hoy se ha demostrado el fracaso de la reforma laboral, y en lugar de rectificar se pide más madera: cuando 2/3 de los asalariados no llegan a mileuristas se siguen pidiendo más austeridad salarial y a la vez se nos pide que consumamos más, y cuando es necesaria una política de inversión pública productiva para mover la economía, se imponen recortes de gasto productivo.
Precisamente cuando se necesita una consolidación de las cuentas públicas vía lucha contra el fraude fiscal, fiscalidad progresiva, austeridad y priorización del gasto público, se alientan las privatizaciones de lo poco público que queda (que es pan para hoy y hambre para mañana), es decir DESCAPITALIZAR AL ESTADO Y A LA SOCIEDAD, en beneficio de nuevos monopolios privados y especuladores.
El sr. Taguas ha cumplido perfectamente su papel, defender los intereses de sus representados, otra cosa es si los intereses de estos coinciden con los generales de la sociedad española.
