En el CD Puertollano no se recuerda otra jornada más frenética que la de ayer, convertida en una montaña rusa de noticias contradictorias. Pero finalmente ha conseguido una colosal gesta económica: pagar la deuda contraída con los jugadores y satisfacer a la Asociación de Futbolistas Españoles los últimos 100.000 euros, de un total de 500.000, que restaban por abonar para evitar el descenso federativo.
Aunque a primera hora de la mañana la permanencia del club en Segunda B estaba encarrilada, los problemas vinieron cuando hubo que efectuar el pago de unos 100.000 euros procedentes del Ayuntamiento de Puertollano.
Mientras que unas fuentes aseguraban que la entidad bancaria (Banco CCM) tenía bloqueada la cuenta del club como consecuencia de la denuncia del ex director deportivo Jesús Giménez, otras apuntaban a que el banco no ejecutaba el endoso del Ayuntamiento, por lo que la Asociación de Futbolistas Españoles decidía no aceptar como válida la operación.
Estando así las cosas, el equipo estaba virtualmente descendido a primera hora de la tarde mientras trataba frenéticamente de conseguir una demora de 24 horas ante la AFE. No obstante, la situación se recondujo poco después, gracias a la colaboración de algunos jugadores comandados por Pelegrina, quienes decidieron retirar las denuncias por impago de nóminas y aplazar el cobro.
También ha sido de suma importancia el papel protagonizado por el abogado local, Dámaso Arcediano (que en principio ocupará la vicepresidencia del club), y del propietario del bar El Rubio, entre otros, que han aportado una cantidad indeterminada. El propio Jesús Giménez decidía también retirar su denuncia.