Cayo y Nemesio comparten que son paisanos de provincia, dirigentes políticos de largo recorrido y coinciden en el apellido. Un poco más nobiliario el del secretario general del PSOE que lo antecede con el denostado “de” que la nueva presidenta de la Junta de Comunidades, María Dolores (de) Cospedal se ha apresurado a eliminar. A ese cúmulo de similitudes y analogías, y también de diferencias, que las tienen, y muchas, hay que sumar una muy importante en la actualidad política del ahora mismo: ambos han salido vivos de unas elecciones que han castigado al PSOE no se sabe si por su giro a la izquierda o por su volantazo a la derecha, o por la dos cosas, y han rescatado a IU de la UVI donde se encontraba.
Nemesio de Lara, secretario provincial del PSOE, presidente de la Diputación, cabeza de lista de la candidatura autonómica por Ciudad Real y candidato en la lista municipal solanera -su ciudad- es de los pocos, él y el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, que puede salir a la calle a contemplar el paisaje, como lo hace un ciudadano después de un tornado, y comprueba que su casa se ha mantenido en pie en contraste con la escombrera circundante. La lista regional de Ciudad Real que se enfrentaba ni más ni menos que a la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, otro valor en alza entre los populares y con la ventaja de un viento alisio favorable, ganó a la opción Cospedal y evitó que la derrota regional fuera humillante. También es de los poquísimos que puede observar que la Diputación ha resistido al aleteo de la gaviota. En su debe están el retroceso general de su partido, la perdida de plazas importantes como Daimiel, Manzanares y… atención con Alcázar, que convierten en calderilla la victoria socialista en Pedro Muñoz.
En estas circunstancias y teniendo en cuenta que el PSOE está ahora inmerso en la terrible encrucijada de elegir a un líder que los entretenga durante la travesía, vía primarias o vía Congreso Extraordinario o vía dedazo con apariencia de consenso, Nemesio de Lara al menos puede presentarse ante el Sanedrín con la coraza boyada pero caminando por su propio pie. Con las notas que el secretario del PSOE provincial ha sacado en el examen del domingo, puede hacer valer su ubicación futura:el retorno a la Diputación que era el botín de campaña de José Valverde, el liderazgo del PSOE regional, o incluso su presencia de salida en unas elecciones generales, circunstancia que siempre se le ha resistido. De Lara ha declarado que no volvería a la Diputación si conseguía acta de diputado como era seguro, pero ya se sabe que las palabras de un político las carga la coyuntura.
El otro paisano ufano y alegre tras el partidazo del domindo es Cayo Lara. IU ha ganado en votos y en presencia en Ayuntamientos como el de Ciudad Real aunque se le resiste el escaño autonómico que no logra romper el techo del 5% pese a los 44.208 papeletas conseguidas, por una roma ley electoral que el propio Barreda reformó para neutralizar la ventaja popular en Guadalajara con un posible empate si la crecida no iba más allá. Pero IU, visualizada a nivel del Estado en la imagen de un Cayo Lara que hace cuatro años animaba la campaña electoral a bordo de una moto y apenas suscitaba la presencia de unos cuantos medios en las ruedas de prensa, le ha dado nuevos bríos con la ayuda inestimable de las contradicciones flagrantes del Gobierno y la voz de la calle.
Nemesio de Lara y Cayo Lara son dos referentes de la izquierda histórica provincial que han logrado asirse al madero de los votos para superar el tsunami popular. El tiempo dirá en qué se sustancia este interesante proceso que se abre, mucho más si las elecciones generales de la primavera próxima se adelantan al otoño para tejer un nuevo mapa político que enfrente la crisis económica y la nueva realidad vasca, igualmente salida de las urnas. Pero esto es otra historia.
