Del voto de los valdepeñeros y valdepeñeras depende que seamos capaces de empezar a construir una alternativa desde la izquierda al programa de recortes sociales impuesto por el poder económico. Vamos a celebrar este domingo, 22 de mayo, unas elecciones municipales y autonómicas en un contexto de profunda crisis económica, social, financiera, agroalimentaria, energética, medioambiental o de valores. En definitiva, la crisis de todo un modelo económico y social, ante la que solo quedan dos opciones: o aceptamos sumisamente que nuevamente sean los grandes poderes económicos, la banca, el FMI, los especuladores los que impongan las políticas con las que salimos de la crisis (las mismas que nos han llevado a esta situación) o nos rebelamos y empezamos a construir una alternativa desde la izquierda que sea capaz de parar las políticas de recortes sociales y laborales, y avanzamos hacia un nuevo modelo económico y social más democrático, más justo en el que seamos la ciudadanía y no los mercados, los que decidamos la gestión pública y nuestro futuro.
En España, en Castilla La Mancha y en Valdepeñas, los gobiernos del PSOE, con el beneplácito del PP, han apostado por asumir las recetas del poder económico y los mercados: recortes sociales, pérdida de derechos, reformas laborales o de las pensiones, privatizaciones, etc, y ya sabemos sus consecuencias: 5 millones de parados en España, más de 215.000 en Castilla La Mancha, 3.000 en Valdepeñas, 40% de paro juvenil, precariedad laboral, desahucios de viviendas y, al mismo tiempo, ayudas económicas a la banca, reducción de impuestos a los más ricos, ayudas al gran capital o a los especuladores urbanísticos, etc.
Izquierda Unida llama a convertir estas elecciones del 22 de mayo en una gran rebelión democrática contra estas políticas. Llama especialmente a todas las valdepeñeras y valdepeñeros que sufrimos los recortes sociales. A los jóvenes, a los parados y paradas, a los precarios, a los trabajadores, a los empleados públicos que han visto reducido su sueldo y amenazados sus puestos de trabajo, a los pensionistas que han visto congelada su pensión de miseria, a los futuros jubilados que tendrán que trabajar hasta los 67 años, a los agricultores amenazados por la liberalización.
A quienes hemos reclamado una izquierda real que no se rinda y haga frente a las políticas de derechas. A quienes defendemos una salida distinta a la crisis y un nuevo modelo económico y social al servicio de los trabajadores y la mayoría social. A los que creemos que la continuidad de la política actual va en perjuicio de los trabajadores, de los pensionistas y también de los pequeños empresarios y economías familiares a quienes se les niegan el crédito.
A los que han sufrido el despotismo de un Gobierno autoritario que ha menospreciado, vejado o chantajeado a sus ciudadanos por el mero hecho de mostrar su desacuerdo, opinar, o divergir.
Es el momento de reaccionar y despertar. Miles de jóvenes se están ya movilizando en toda España contra estas políticas. Nunca ha sido más importante el voto que este domingo y nunca ha sido más útil desde la izquierda el voto a Izquierda Unida. En estos días nos jugamos la entrada con fuerza de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Valdepeñas, como ya estamos en los principales ayuntamientos de la región, y en las Cortes de Castilla La Mancha, algo que todas las encuestas anuncian que está al alcance de la mano y que se va a decidir por muy pocos votos.
La presencia de Izquierda Unida en el Ayuntamiento es la única garantía y una necesidad para tratar de parar los nuevos recortes sociales que ya se anuncian para el 23 de mayo, recortes que están avalados por las políticas del PP y el PSOE. Para plantear en las instituciones las propuestas de un programa alternativo desde la izquierda. Para defender lo público. Para regenerar la Democracia, para defender otras políticas y otras formas de hacer política. Por eso, nunca ha tenido tanta importancia el voto, cada voto, para garantizar la presencia de una izquierda real y sin complejos en nuestro ayuntamientos, en el Parlamento, abrir nuevos escenarios y construir alternativas con la gente de izquierdas.
Del voto de los valdepeñros y valdepeñeras este domingo depende que seamos capaces de empezar a construir una alternativa desde la izquierda al programa de recortes sociales impuesto por el poder económico. De empezar a rebelarnos y rescatar una democracia secuestrada por los mercados, de construir otro modelo económico y social.
Este domingo, más que nunca, Izquierda Unida es el voto de la rebelión, de la dignidad, de los trabajadores, de la izquierda.