«Seguros del triunfo electoral en Ciudad Real y en Castilla-La Mancha». Así arrancaron la campaña a las Elecciones Municipales y Autonómicas Pepe Valverde y Nemesio de Lara, candidato a la Alcaldía y número 1 a las Cortes Regionales, respectivamente.
Valverde se mostró enérgico y positivo en el pistoletazo de salida de la campaña electoral. Así, aseguró que «entre todos vamos a ganar las elecciones en Ciudad Real», y poniendo un símil del mundo del ciclismo señaló que «llevamos un tiempo como Indurain, estamos subiendo una buena cuesta pero la estamos subiendo a buen ritmo y estamos dejando a los demás a nuestra rueda, intentan aguantar con la lengua fuera».
Para el candidato socialista es obvio que «intentan imitarnos, hacen una cosa parecida pero no les sale porque no se lo creen, porque no lo viven y porque no es verdad», ha afirmado durante su intervención.
«Ciudad Real nos necesita», resaltó Valverde, quien cree que «cada vez es más gente la que nos traslada su deseo de cambio y nos dice necesitamos cambiar».
En este sentido, Pepe Valverde indicó que «ese cambio no solo depende de mí y de mi candidatura, sino que depende de todos, porque es el que todos podemos propiciar».
Por último, Valverde pidió a su equipo «un último sprint para los últimos días», a la vez que animó a los miembros de su candidatura y del Partido Socialista a que estén «activos», porque»Ciudad Real se lo merece y los ciudadanos lo esperan».
Por su parte, De Lara destacó la «solvencia y la ventaja de los socialistas respecto a los adversarios», algo que «se sustenta en la figura de nuestro líder, José María Barreda, el presidente autonómico mejor valorado de España».
Además, el cabeza de lista al Parlamento regional por la provincia de Ciudad Real señaló una segunda ventaja, como es «la gestión valiente, arriesgada y eficaz de Barreda hasta situar a Castilla-La Mancha como paradigma del estado de bienestar».
En este sentido, De Lara apeló a «esta fortaleza que no se puede desaprovechar, porque sabemos que es nuestro principal valor». Propuso asimismo una campaña de pedagogía política para «explicar y exponer los logros alcanzados en esta tierra a lo largo de los últimos años en materia de infraestructuras, en obras hidráulicas y, sobre todo, -resaltó De Lara- en el modelo de estado amparador, protector y paraguas de seguridad para los más débiles». De Lara lanzó un mensaje de «cohesión» para «superar a otro enemigo silencioso, casi tanto o más que el propio PP, como es la abstención a la hora de ejercer el derecho al voto», una cuestión que De Lara achaca a la mayor conciencia crítica del electorado de izquierdas respecto al de derechas.
En su intervención, De Lara aseguró que el Partido Popular «optará por una campaña dura, de insultos y rencores; nos van a acusar de todo, desde ser los culpables de la crisis mundial, de la lacra del paro, de los posibles 6.000 despidos de Telefónica, del secuestro del Alakrana y quién sabe si a lo largo de la campaña van a decir que nosotros también matamos a Manolete».