La carrera abierta al talento, y al esfuerzo, con independencia del origen social y económico de los alumnos, siempre traerá mayor prosperidad a nuestra sociedad. Hace unos días, tuve la oportunidad de mantener una reunión con los responsables de la Junta Directiva de la Asociación Local de Empresarios de Pedro Muñoz. El motivo del encuentro era conocer, de primera mano, sus inquietudes y propuestas, de cara a la elaboración del programa electoral que estábamos redactando en esos momentos, desde el PP de Pedro Muñoz, para las elecciones municipales del próximo 22 de Mayo.
La cita resultó muy provechosa, al menos, para mí y para las personas de la candidatura, y del PP local que me acompañaron. Tuvimos la oportunidad de hablar largo y tendido de muchos temas del futuro inmediato (y no tan inmediato) de nuestro pueblo. Pero no resultó menos interesante, la tertulia posterior a la reunión, que compartí tomando un vino con algunos de los asistentes. La conversación se dirigió hacia los valores que hoy se ponen en cuestión en nuestra sociedad, y que van desde la educación, hasta las formas de abordar la actual crisis económica, así como las consecuencias que eso está teniendo, sobre todo, para una generación completa de nuestros jóvenes. Coincidíamos en la preocupación, porque todos queremos que nuestros hijos crezcan en un país con más y mejores oportunidades, que las que han tenido la generación de sus padres.
Creo que no podemos resignarnos ante los dogmas que el PSOE trata de imponer hoy, como pensamiento único, a los ciudadanos, tales como:
1º. Que el mayor gasto público es equivalente a mayor bienestar social.
2º. Que la igualdad ante la ley, significa la igualación por ley.
3º. Que la justicia se alcanza, no dando a cada uno lo suyo, sino dando a todos lo mismo.
Si damos por buenos estos dogmas que el PSOE quiere imponernos, estamos abocados a un injusto y coactivo empobrecimiento colectivo, como está ocurriendo hoy en España.
Estoy absolutamente convencido de que, hoy más que nunca, tenemos que poner en valor algunos principios, tales como:
1º. La austeridad pública.
2º. El equilibrio presupuestario.
3º. La libertad empresarial.
4º. La soberanía del consumidor con libertad de elegir lo que más le conviene.
5º. La reivindicación del mérito, el trabajo, el esfuerzo, y la excelencia en el proceder de cada persona. Y sobre todo, en la educación, para mejorar su calidad.
6º. La administración pública tiene que estar al servicio de las personas, y no al revés.
Pienso, que la carrera abierta al talento, y al esfuerzo, con independencia del origen social y económico de los alumnos, siempre traerá mayor prosperidad a nuestra sociedad. Lo que el PSOE quiere y promulga, es igualarnos a todos por abajo. Cuando el PSOE insiste permanentemente en promover la igualdad de resultados, lo que consigue es penalizar la habilidad individual de las personas. Por el bien de todos, no podemos resignarnos a ello, y lo tenemos que hacer cada uno desde nuestra responsabilidad.
