Los robos y hurtos que se suceden en las zonas rurales de la provincia han colmado la paciencia de agricultores y ganaderos. El secretario general de ASAJA Ciudad Real, Florencio Rodríguez, ha afirmado en una rueda de prensa que el sector está “desesperado” y que de seguir está situación pueden producirse “graves consecuencias, que sufriremos todos”.
Desde la organización exigen a los representantes políticos que aporten medidas, y que las incluyan en sus programas electorales. Rodríguez ha indicado que ASAJA va a continuar denunciando estos hechos, pues no se conforma «con el silencio de los dirigentes políticos, que se amparan en sus cifras y estadísticas». «El problema de los robos en el campo es un problema real, que está llevando a la ruina a numerosos ganaderos y agricultores, y creando una situación muy peligrosa», señala Rodríguez. Por ello, no se descartan realizar acciones de todo tipo.
Los responsables de ASAJA Ciudad Real han reiterado la petición de que se endurezca el Código Penal para este tipo de delitos. También han apuntado que a los delincuentes detenidos se les confisquen los vehículos usados para cometer los robos.
Desde ASAJA afirman que «de nada sirve el esfuerzo y dedicación de los agentes de los Cuerpos de Seguridad del Estado en realizar detenciones si luego los delincuentes quedan libres, a espera de juicio, y pueden volver a delinquir en cualquier momento. Así no se solucionará nunca esta lacra social”, han señalado.
Los presidentes locales de ASAJA Argamasilla de Alba y Membrilla, Cristóbal Jiménez y Ángel Bellón, respectivamente, han incidido en el clima de tensión que se vive en el campo, que ahora mismo es “una olla a presión”. Y es que agricultores y ganaderos «no soportan más robos y están dispuestos a cualquier cosa, pues están viendo como les arrebatan su forma de ganarse la vida». A las cuantiosas pérdidas que producen estos robos hay que sumar los perjuicios que conllevan, como el retraso en las labores propias de cada temporada o el no poder comenzar los periodos de riego debido a la sustracción de transformadores, cable de cobre de los sistemas móviles de riego (pivots), etcétera.
Por su parte, el presidente de la Comunidad de Regantes del Estrecho de Peñarroya, Bernabé Ruiz, ha cuantificado estas pérdidas, calculando que sólo en la zona de Argamasilla de Alba pueden alcanzar los 250.000 euros, «que los agricultores no podrán asumir». Además, ha indicado que últimamente les están robando «hasta los caudalímetros», cuya reposición genera grandes desembolsos.