Se dice en Ciudad Real que si el Domingo de Pasión no llueve, no lloverá en Semana Santa. Se cumpla o no esta tradición, lo que si es real es que Nuestro Padre Jesús Nazareno salió de su templo escoltado por un inmenso sol que presidía el cielo de la capital y por cientos de personas, que no dudaron en acompañar al Señor de la Ciudad.
Media hora antes de la salida procesional, La alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, y Sandalio León Espinosa, Hermano Mayor, se desplazaban a la Plazuela situada en la calle Lanza, entre la Cámara de Comercio y San Pedro, para descubrir una placa cerámica con el nombre de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Nombre que llevará este espacio tan ligado al entorno de la Hermandad, situado a espaldas de la ‘casa’ de su titular, y que ocupa parte de lo que antiguamente fue el camarín que existió en la capilla.