Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia ha expresado su rechazo ante “la forma y el fondo” utilizados para el desarrollo de la ley del Gobierno regional que declara el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Según la organización, la administración jamás le ha consultado, y la Ley consagra «despropósitos» detrás de los cuales puede haber “oscuros e inconfesables intereses”.
Para Vicente Luchena, coordinador de Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia, no son ciertas las afirmaciones del consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Martínez Guijarro, cuando aseguró que el Gobierno regional ha sido muy sensible a las propuestas recibidas de todos los sectores interesados. “Nosotros afirmamos que Martínez Guijaro, o está faltando a la verdad o desconoce que, durante todo el proceso, se ha marginado al colectivo promotor e impulsor del proyecto para la protección de la comarca: Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia”.
“Por si el consejero lo desconoce, hace más de veinte años Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia (entonces Colectivo Ecologista Valle de Alcudia) fue el colectivo pionero en la divulgación de los valores naturales y culturales del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, y en la necesidad de su protección bajo la figura de Parque Natural”, recuerda Luchena, para quien “cuando entonces pedíamos la protección para esta comarca, recibíamos la incomprensión de las autoridades regionales y locales, cuando no directamente el rechazo frontal”.
Es más, Luchena asegura que a día de hoy, “después de varios años de trámites legales, esta asociación no ha sido requerida en ningún momento para ser consultada ni informada acerca del proyecto del Parque Natural por ningún estamento del Gobierno regional”.
Ecologistas también ha mostrado su rechazo “ante el fondo del documento aprobado”. “Hay que conocer durante mucho tiempo nuestra comarca para valorar, en su justa medida, la degradación progresiva que sufre Sierra Madrona y el Valle de Alcudia. Fundamentalmente son dos las agresiones más graves a que está siendo sometida la comarca: la gestión de las fincas cinegéticas y la gestión forestal de los montes”, explica Luchena. “En el primer caso –prosigue- los gestores privados de la caza industrial e intensiva y, en el segundo, la Administración regional, son los artífices de la degradación ambiental de esta tierra. Hay muchos más, pero éstos son los que tienen mayor incidencia en el, ahora, Parque Natural”.
Según Ecologistas, a estos dos problemas la ley ya aprobada del Espacio Natural Protegido ofrece “más de lo mismo”, ya que “la gestión de la caza continuará prácticamente igual que hasta ahora, y los administradores públicos causantes del despropósito de la gestión forestal se postulan como los futuros gestores del Parque”.
Luchena sostiene que es “incongruente, absurdo y carente de justificación técnico-científica” dejar fuera de los límites del Parque, aproximadamente, a la cuarta parte del Valle de Alcudia: el área central y la zona más occidental (término de Alamillo y Almadén). A esto, hay que añadir el “exagerado perímetro” en torno a las poblaciones que también queda fuera de la máxima protección. El mapa aprobado, a juicio de los ecologistas, “rompe y disgrega la unidad biológica, paisajística, natural, cultural e histórica de la comarca”.
“Nos parece evidente que detrás de estos despropósitos hay oscuros e inconfesables intereses; intereses particulares que, lamentamos una vez más, prevalecen por encima del interés público”, asegura la organización.