Una vez más celebramos el Día de la Mujer, en un contexto económico difícil, donde cuando se despide o se reduce plantilla, se considera primero a las mujeres. Casos como el de la empresa de esta región de 60 trabajadores, que hace unos días presentó un ERE que afectaba a 45 de los que la mayoría eran mujeres va resultando algo habitual y no podemos aspirar a que se llegue a normalizar.
Seguimos celebrando este día, porque sigue existiendo discriminación: porque siguen despidiendo a mujeres cuando se encuentran disfrutando su permiso de maternidad; porque no se considera el riesgo por embarazo en algunos puestos tanto de la empresa privada como de la Administración; porque siguen muriendo mujeres en manos de sus parejas; porque cobran menos por realizar el mismo trabajo, y esa brecha salarial, esa diferencia retributiva en vez de disminuir cada vez se hace más grande.
Hay razones para recordar esta fecha porque las mujeres siguen sin salir en la foto del poder, aparece en masculino, no alcanzan puestos de responsabilidad política y económica y si reúnen la capacidad y la formación para poder estar;<
Porque siguen penalizando a las personas que realizan el cuidado de hijos y las personas dependientes, que mayoritariamente son mujeres aunque se aprueben y firmen planes de conciliación en empresas y en Administración.
Por todo esto, esta fecha se debe celebrar, porque sigue sin superarse no las diferencias, sino las desigualdades entre mujeres y hombres.
CSI·F apuesta por las políticas de igualdad, pero las políticas de verdad, dinámicas, que se ejecuten y revisen, que cumplan con los objetivos programados, que, en definitiva, logren superar todas estas barreras que dificultan el acceso y el mantenimiento del empleo de la mujer, y que ayuden a impulsar la cultura de la corresponsabilidad.
VELA Y OBSERVA LA REALIDAD CON LA LENTE DE LA IGUALDAD