Existe un amplio consenso en Ciudad Real acerca When Ex Is With Another Guy de la incompetencia de la administración local a la hora de plantear una política cultural coherente y estructurada que sea capaz de dar respuesta a las demandas y necesidades de los ciudadanos.
Se haría necesario cambiar el actual modelo cultural de Ciudad Real, pero no es posible. No puede cambiarse lo que no existe. No puede hablarse de un modelo cultural local cuando las actividades a las que puede acceder el ciudadano dependen prácticamente en su totalidad de iniciativas particulares y de ofertas de otras administraciones. No puede hablarse de modelo alguno si no existe una planificación y se actúa con improvisación, si se ignora la finalidad de la programación cultural, o si se evita realizar una evaluación crítica de las acciones culturales que lleven a iniciar procesos de continua mejora.
Y evidentemente, no puede hablarse de un modelo cultural válido, en pleno siglo XXI, si no se tiene la convicción democrática suficiente para establecer canales e instrumentos de participación explícitos para que la sociedad en su conjunto -organizada o no en asociaciones-, pueda realizar propuestas y protagonizar la toma de decisiones. El grado de participación de los ciudadanos mide el nivel de madurez democrática de una sociedad.
Sin duda en este tema el Ayuntamiento de Ciudad Real no está a la altura de las expectativas culturales de sus ciudadanos, unos ciudadanos que reivindican un mayor protagonismo a la hora de planificar, gestionar y evaluar la actividad cultural.
Esta situación exige un cambio y tenemos el convencimiento y la determinación de adoptar un modelo basado en propiciar la implicación activa de la ciudadanía en la vida cultural. El ámbito local, y Ciudad Real en concreto, es ideal para establecer un modelo cultural participativo fomentado desde el Ayuntamiento, pero independiente de intereses políticos. Un modelo que encauce las aspiraciones de una sociedad capacitada para ejercer responsablemente la actividad pública, conquistando espacios de participación cotidianos y directos que implican y dan protagonismo a los habitantes de una ciudad.
No es el momento de detallar el conjunto de medidas sobre las que se asienta el modelo participativo. Sirva de ejemplo la formación de un nuevo Consejo Local de Cultura que constituya un verdadero órgano autónomo con capacidad decisoria y ejecutiva en el que estén representados las administraciones, las asociaciones y los creadores artísticos. Un Consejo que, entre otras muchas atribuciones, elabore unos presupuestos participativos que respondan a una planificación previa y a unos objetivos definidos con anterioridad a su elaboración. Unos presupuestos que no sean una mera actualización de las partidas económicas asignadas el año anterior, lo cual dificulta enormemente superar una programación cultural repetitiva año tras año.
Construir la Ciudad Real del futuro es tarea de todos. Sabemos como hacerlo y estamos dispuestos, por convicción democrática, a poner en las manos de los ciudadanos las herramientas necesarias para una participación activa en los proyectos culturales de Ciudad Real.