De nuevo vuelve a equivocarse y de nuevo sus palabras continúan destilando el veneno que sólo los resentidos son capaces de escupir. Lo más sencillo y lo más digno era pedir perdón, reconocer que todo había sido fruto de un calentón, o de un malentendido, pero Nemesio de Lara, ha vuelto a dar una lección de maquiavelismo en grado superlativo.
Podría haber optado por ser educado, aceptar las reglas del “fair play“ de la contienda política y reconocer su equivocación. Eso es lo que hacen las personas de bien y los políticos con talla, pero una vez más ha hecho gala de su “estilo” y ha tirado por la calle de en medio con la zafiedad y la brusquedad a que tan acostumbrados nos tiene.
Mal que le pese, esta es la pura verdad; nada de recurrir a que esto es producto como usted ha dicho de “mentes sucias e inquisitoriales”. ¡Ya está bien!, basta ya de seguir insultando y aunque sólo sea por una vez adopte el comportamiento propio de una persona que ostenta la representación institucional nada menos que de la Diputación provincial, con dignidad y altura, aunque eso le cueste mucho.
¡Qué lástima y qué vergüenza para esta provincia ¡que el abanderado del municipalismo sea una persona que, cuando se bate en retirada, en lugar de optar por la elegancia y usar la inteligencia, va “a morir matando” y para ello no va a dudar en utilizar su arma más letal y a la que ya desgraciadamente nos tiene acostumbrados: el insulto, la descalificación, la mentira y la ignominia.
Como él mismo ha dicho, podría haber pasado a la historia reciente de la política ciudadrealeña, como un Presidente de la Diputación “al que nadie podría superar en la defensa de la igualdad rabiosa entre el hombre y la mujer y en defensa de políticas de igualdad”. Años no le han faltado, y oportunidades tampoco. Hubiera sido muy honorable pasar a la historia con esa consideración, pero la soberbia, que es mala consejera en política, le ha delatado y en el final de sus días, el ínclito presidente de la Diputación de Ciudad Real nos ha mostrado su verdadero rostro, el de un hombre machista, misógino y un peligro público para la vida política.
Ni lo hombres ni las mujeres de esta tierra nos merecemos a políticos como el Sr. Nemesio de Lara. No merecemos que personas como él ocupen un sillón en las Cortes Regionales porque ese es un “privilegio y un honor” que el Sr. De Lara desde el momento en que públicamente dijo lo que dijo de una mujer, Rosa Romero, Alcaldesa de Ciudad Real, queda desacreditado para defender los intereses de todos y todas, como a él mismo se le llena la boca de decir, los castellano-manchegos.
Si ésta es la persona que abandera y luce el estandarte del PSOE en Ciudad Real, una persona de “prestigio” como el Presidente Barreda lo calificó en su nominación como numero 1 en las listas regionales del partido socialista por la provincia, a mí cuanto menos me avergüenza que esos sean los méritos que los socialistas presumen tener para poner de cabeza de cartel a un hombre cuyo ”prestigio“ debe radicar , y que me lo explique Barreda, en saber insultar, como el mejor, al adversario político con los métodos más zafios posibles, entrando y sobrepasando las sagradas parcelas de la intimidad.
El 22 de Mayo, las urnas deben castigar a los malos políticos como Nemesio de Lara. Ese será su peor castigo, el que los hombres y las mujeres de Ciudad Real digan NO a quien durante 12 años como Presidente de la Diputación Provincial ha castigado sistemáticamente a la capital, al que se quiso llevar el Pabellón Ferial, al que no ha querido celebrar el Día de la Provincia en Ciudad Real, al que durante una década lleva negándole el pan y la sal a los ciudadrealeños, y por si todo esto fuera poco, a falta de argumentos, ahora se dedica a insultar a la Alcaldesa de Ciudad Real con ese pedigrí de prestigioso adalid de los débiles que le ha servido de máscara tantos años.
Pero el lobo ha enseñado por fin su patita, es lo que tiene el “hambre” de poder y el miedo a perderlo, que tarde o temprano nos devuelve su cara más amarga.
Nemesio de Lara nos la ha enseñado y ya ni los maquilladores de las estrellas, van a poder componerle ese falso rostro con el que nos ha estado engañando.
No se puede ocultar el sol con un dedo Sr. De Lara, y por mucho que se justifique y continúe atacando, sus días en política están contados. Pero cuidado, las heridas de la muerte, duelen, y duelen tanto, que en los últimos estertores el guerrillero casi siempre muere matando. Estén preparados sus adversarios políticos.
