El secretario general, Florencio Rodríguez, hace un llamamiento a la participación de los ganaderos ante la “muy complicada” situación que atraviesa el sector
Alrededor de 350 ganaderos de ASAJA de la provincia de Ciudad Real participarán este viernes en Toledo en la manifestación convocada por esta Organización, junto a COAG-IR y UPA, bajo el lema ‘por la supervivencia de la ganadería’.
Los ganaderos se dirigirán a Toledo a bordo de los autobuses puestos por ASAJA y en sus vehículos particulares. La manifestación comenzará a las 11.30 horas en la Puerta de Bisagra, concluyendo alrededor de las 13.30 horas en la Plaza de Zocodover, donde se leerá un manifiesto, que posteriormente se entregará la delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Desde ASAJA Ciudad Real, su secretario general, Florencio Rodríguez, hace un llamamiento a la participación de los ganaderos en esta manifestación, ante la “muy complicada” situación por la que atraviesa el sector, que ya ha motivado el cierre de miles de explotaciones en toda España. Rodríguez sabe la dificultad de muchos ganaderos para abandonar sus explotaciones y a sus animales durante unas horas, pero incide en que es necesaria su presencia pues “ahora está en juego el futuro del sector”.
Las organizaciones agrarias han elaborado una tabla reivindicativa con las medidas solicitadas a la Administración para intentar minimizar los daños económicos que la situación de crisis está causando a las explotaciones ganaderas. Entre ellas están las de carácter fiscal, económico, de mercado y de protección al consumidor.
Las fiscales reclaman el incremento del IVA compensatorio en productos de las explotaciones ganaderas, equiparándose al de las producciones agrícolas, pasando del 8,5% AL 10%; la exención del IBI o la refinanciación de los créditos ya contraídos.
Entre las medidas económicas destacan la recuperación de partidas presupuestarias destinadas a la financiación de la sanidad animal o un plan de choque para la ganadería, suficientemente dotado. En las medidas de mercado se demanda que los productos básicos para la alimentación de humanos y animales no sirvan para especular; la revisión de los acuerdos con terceros países, de manera que se evite la competencia desleal que actualmente existe con los productos comunitarios o la potenciación de los cultivos de proteaginosas a nivel comunitario, de forma que se limite la dependencia de las explotaciones ganaderas de materias primas procedentes de terceros países.
Por último, las medidas de protección al consumidor recogen reclaman el cumplimiento estricto de la trazabilidad para todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, el doble etiquetado (con precios en origen y de venta final) y el fomento y promoción del consumo de productos agropecuarios nacionales.
