El reciente informe de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas, en el que se reconoce el esfuerzo inversor del Gobierno Castilla-La Mancha por alumno universitario, ha llenado de orgullo y satisfacción al equipo de Barreda, que se ha apresurado a presumir de ello. Sin embargo, los datos que constan en poder de Unión Progreso y Democracia, tal y como manifiesta su coordinador regional, Luis Orgaz, denotan «claramente» otra muestra de «ineficacia y despilfarro».
Según estos datos, la Universidad de Castilla La Mancha invierte un total de 6.680 euros por alumno en 2008, situándose en cuarto lugar en el ranking autonómico y, por otra parte, casi se ha duplicado el personal investigador. «Pero este enorme esfuerzo no es más que una fachada que oculta la realidad, ya que seguimos estando lejos de los puestos de cabeza en relación con el resto de las universidades españolas», señala Orgaz, que ha apuntado a un estudio de la Universidad de Granada publicado en 2009, en el que la Universidad de Castilla La Mancha, en relación con otras 47 universidades, ocupa el puesto 36 en tramos de Investigación, el 19 en Proyectos I+D, el 29 en Tesis Doctorales y el 34 en Doctorados con mención de calidad.
Por otra parte y según datos del propio Ministerio de Industria, la Universidad de Castilla La Mancha ocupa el puesto 24 en registro de patentes, habiendo quedado estancado el crecimiento de esta cifra en los últimos cinco años, «y todo ello con el agravante de ser una universidad joven, con personal joven que, en principio, debiera por esta característica dar un fuerte dinamismo a la investigación y la creación».
Luis Orgaz afirma que la inversión en investigación “es el motor del cambio económico y de la regeneración de nuestro tejido productivo y, de hecho, el programa de UPyD cuenta con la Universidad como elemento básico para generar cultura, nivel de vida y riqueza. Pero no deja de ser un despilfarro el aumento de la inversión y de personal investigador sin que aumente la productividad al mismo ritmo, lo cual con estos datos resulta demasiado evidente y es una nueva muestra de la política Barreda de dar entrada en la Administración Pública a numerosas personas que contribuyen a aumentar la deuda llenar despachos con muy escasa rentabilidad”.
UPyD exige una Universidad ágil, «y no un refugio de privilegiados», dinámica y con personal que ocupe sus puestos «en función de su competencia y productividad»; una Universidad «líder en investigación que rentabilice sus fondos con eficacia y eficiencia, y dirija la necesaria transformación de nuestro tejido productivo».