El secreto del serón se desveló y tal y como muchos avisamos “no era una inocentada”. Mañana 28 de enero se consumará una engañifa de acuerdo sobre las pensiones donde una vez más quienes no han provocado la crisis la van a pagar y los verdaderos responsables, con los bancos y sus planes privados de pensiones a la cabeza, serán los beneficiados.
Barreda muy contento, nos dice que así se garantizarán las pensiones, Zapatero –no menos airoso- que es un gran avance para salir de la crisis, los sindicatos –probablemente cruzando los dedos- defienden lo acordado porque “conviene a todos”,Araujo, que es un requisito imprescindible, Blanco que dará confianza, razonable para la CEOE y Mª Dolores de Cospedal, metiendo prisas, que se cierre ya. Tan solo Cayo Lara ha sido crítico desde sus primeras valoraciones del acuerdo “No hay razones objetivas para hacer este recorte de las pensiones” y “el Gobierno se sale con los dos objetivos que tenía: recortar las pensiones y que se incrementen los planes privados de pensiones de la banca privada”. Y es que ni las pensiones públicas se encuentran en peligro, tal y como demuestran destacados economistas no pagados por el sistema, ni en España se dedica a las pensiones la media europea que anda en los 11,7%.del PIB, mientras que aquí ronda el 9,2% (Italia Francia o Alemania superan con creces el 13%).
Pero con ser gordo el retrasar el acceso a una pensión de jubilación mínimamente digna, que pasará de los 65 actuales a los 67 años, hay todavía otros recortes que seguro figuran en la letra pequeña, que nos tememos también se han pactado y que no salen en los titulares, ni en las declaraciones propagandísticas.
Así por ejemplo, nos reducirán el importe de las pensiones por distintas vías como el ampliar de 15 a 25 años el tiempo mínimo para el cálculo de la base reguladora de la pensión, el recortar el acceso a las prejubilaciones (que pasan de los 61 a los 63 años), el eliminar la obligación de actualizar las pensiones según el IPC, y por supuesto la ya citada exigencia de más años de cotización para llegar al 100% de la pensión que pasará de los 35 a los 38,5.
Esto es un atraco en toda regla, que nos dosifican para que se note menos, pero que no evita que este nuevo recorte de derechos practicado por un gobierno neoliberal que se dice socialista, con la connivencia de la CEOE y los sindicatos mayoritarios, siga agrediendo a sectores importantes de la población entre los que se encontrarán más gravemente afectados quienes, como decíamos en el titular, se incorporarán previsiblemente más tarde al mercado laboral, como serían muchas mujeres, la mayoría de los jóvenes y casi la totalidad de inmigrantes, que al no llegar ni de coña a los 38,5 años de cotización, jamás tendrán el 100% de la jubilación, gracias a este “gran” acuerdo adoptado.
Al final las recetas anticrisis que propugnaba (y nos asqueaban) el expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, se han hecho tristemente realidad: Con esta reforma será verdad lo de ”Trabajar mas, para cobrar menos”.