Coincidiendo con el primer aniversario de la primera gran crecida del río Azuer en Daimiel, el alcalde, José Díaz del Campo y el concejal de Agricultura, Ramón Ruiz de la Hermosa han recorrido los parajes que desde ese inicio de 2010 recuperaron la esencia que les cataloga como Reserva de la Biosfera. Todo gracias a una climatología que se empeña en prolongar el mejor regalo de Reyes de los últimos 30 años.
Con los más de 330 litros caídos en lo que va de año hidrológico, el Azuer-Guadiana ya se une al Guadiana “remontante” a escasos tres kilómetros del molino de Molemocho, puerta de entrada al Parque Nacional de Las Tablas. Unos cientos de metros más atrás, en la zona de Griñón, donde hace un mes empezaba a asomarse el río tímidamente, el agua ya se ha adueñado de las proximidades del molino.
“Una maravilla”, como no se cansaba de repetir el alcalde daimieleño. Díaz del Campo cifraba que en esta área “algunos pozos encuentran agua entre 6 y8 metros de profundidad”. De este modo, y al igual que ha declarado el presidente del Consorcio del PEAG, Enrique Calleja, el primer edil señalaba que “la imagen de los Ojos del Guadiana se acerca cada vez más a la realidad”.
Aun así, Díaz del Campo advertía de que una vez que “hemos podido llenar la despensa, la experiencia nos dice que llegarán años secos y, por tanto, debemos saber cuidar lo que tenemos”. Torrente de agua que ha propiciado que Las Tablas superen, al cierre de 2010, los 400.000 visitantes, según le ha trasladado al alcalde daimieleño el director del humedal. “Con estas cifras probablemente nos situemos como el Parque Nacional con más visitas por superficie protegida”, indicaba Díaz del Campo. Estadística que puede tener su traslación también en 2011 ya que las estimaciones de encharcamiento son muy halagüeñas. En pocas semanas, se podría completar el cien por cien del área inundable, escenario que, en palabras del alcalde, aseguraría un verano con cerca 1.000 hectáreas empapadas.
Hundimiento
Precisamente, camino a Las Tablas, se puede observar el nuevo hundimiento que se ha abierto en el paraje de Quintanar, a unos 7 kilómetros del parque. La apertura del terreno se produjo este lunes y ya ha sido perfectamente delimitada y vallada, tras el aviso del dueño de la finca a los servicios municipales. El concejal de Agricultura, Ramón Ruiz de la Hermosa, recordaba que en el radio de un kilómetro se han registrado otros dos “agujeros” más, lo que corroboraría que “las corrientes de recarga del acuífero discurren en paralelo al cauce del Guadiana”. Ruiz de la Hermosa también ha reiterado que se debe extremar la precaución en las proximidades de estos hundimientos y que si algún ciudadano tuviera conocimiento de fenómenos de este tipo lo ponga inmediatamente en conocimiento de la Guardería Rural o de la Policía Local.