Con permiso de las últimas horas del año, el 2010 se despide habiendo dejado en el término municipal de Daimiel cerca de un millar de litros recogidos, 321 de ellos en los últimos tres meses, es decir en lo que va de Año Hidrológico (computable de septiembre a septiembre). El resto, de enero a agosto, arrojó unas cifras que ya este verano el concejal de Agricultura, Ramón Ruiz de la Hermosa, catalogó de “históricas”.
La cantidad, 649 litros, atiende a la pluviometría registrada en uno de los puntos situados en el casco urbano, a la altura de la calle Terrero. En total, el año expira dejando 970 litros en los 12 últimos meses. Sólo en diciembre la capacidad consignada ha sido de 189 litros, frente a los 161 litros de 2009, cuando se situó como el mes más lluvioso desde que se conservan datos.
Entre tanto, el cauce del Azuer avanza imparable y desde hace dos semanas riega las riberas de ‘La Peñuela’ (finca situada entre El Nuevo y Griñón). Marcha así un caudal que también ha saltado Molino de Griñón, dejando una estampa con unas aguas fuera de caja que han logrado superar, al menos, dos hundimientos y que sigue cabalgando con fuerza dirección Molino de Molemocho.
Se da la circunstancia de las nuevas precipitaciones para despedir el año, con lo que con estas lluvias, unido a las aguas procedentes del arroyo de Alhambra y la evacuación del Pantano de Vallehermoso, podrían generar una inminente crecida en el río Azuer a su paso por el término municipal de Daimiel. Aunque la situación está controlada, se vigila muy de cerca el paso de la corriente ya que con toda probabilidad la tónica de descargas progresivas en la cabecera seguirá en las próximas horas. No obstante, existe un nuevo margen de actuación, gracias al aliviadero instalado de forma paralela a Puente Viejo, que aún no se ha estrenado.
Aunque la meteorología supera cualquier cálculo, se confía en que la situación siga controlada y con normalidad.
En todos los Molinos Harineros (La Máquina, El Nuevo, Griñón, Molemocho, Zuacorta, Puente Navarro, Flor de Rivera…) se recomienda cautela a los turistas así como que sólo accedan por lugares seguros. Según apunta el concejal, “ahora mismo la zona es una esponja y no sabemos el alcance subterráneo y cómo puede seguir”.
Nivel freático
En cuanto a la distancia del agua con la superficie, el 7 de diciembre los pozos de captación municipales situados en los Ojos del Guadiana alcanzaron el mejor registro histórico contabilizado en los últimos 22 años en este mes. La cota se encontraba a 21 metros de profundidad, algo que no sucedía desde febrero de 1988. Sin embargo, 23 días después de aquella medición, el nivel ha variado, según las informaciones facilitadas por Ruiz de la Hermosa, donde, comentó, “existen pozos particulares situados en la Ribera junto al cauce del Guadiana–a menos de 2 kilómetros de los Ojos- el agua asoma a 13,5 metros”.
Para el concejal, “cada vez está más cerca que veamos llorar estos ojos”. Así, recordó, ya ha sucedido en el Molino de Griñón, donde existe un desnivel de unos seis metros con respecto al punto de los Ojos del Guadiana.
Así las cosas, en los últimos doce meses, el nivel ha subido 12 metros y medio, pasando de los 33,50 metros de inicios de diciembre de 2009 a los 21 actuales. En términos porcentuales, esa mejora se acerca al 40 por ciento. En concreto es de un 37,3%.
Todo como consecuencia de las espectaculares lluvias del pasado invierno, que ahora se ven reforzadas con las caídas en estos tres primeros meses del año hidrológico.
