El Concejal de Sostenibilidad, Juan Caballero, ha realizado hoy la primera visita a las obras de construcción de la planta de residuos de construcción y demolición (RCDS) que comenzarón el pasado 11 de noviembre, tras dos años y medio de retrasos «provocados por la Junta de Comunidades para la concesión del permiso», según el edil.
En el transcurso de esta visita, Caballero, ha podido constatar que las obras están teniendo muchos problemas y un retraso considerable por culpa de las malas condiciones climatológicas, especialmente las lluvias, que están dificultando las primeras tareas y que practicamente harán imposible, en palabras del edil “que las obras puedan estar finalizadas en primavera como estaba previsto”.
Para Juan Caballero, “estos retrasos, de los que es culpable la Junta, están generando vertidos incontrolados y gastos para las empresas de Ciudad Real que tienen que llevar los residuos a otros municipios con el coste añadido que eso supone”.
Hay que recordar que el Ayuntamiento adjudicó en julio de 2008 a la UTE Segema-Urbaja la construcción, puesta en funcionamiento y explotación de la planta de RCDS en una parcela municipal de 4 hectáreas en el entorno de la escombrera de Cabeza del Palo, y que la Junta de Comunidades, aduciendo problemas medioambientales en el citado paraje, a lo largo de los casi tres años, «ha ido poniendo numerosas trabas burocráticas que han impedido su construcción en la fecha prevista por el Ayuntamiento de Ciudad Real», retrasos que para el edil Caballero “han sido unicamente por problemas políticos”.
Tal y como ha explicado el Concejal de Sostenibilidad, la planta de RCDS de la capital, “será posiblemente la más moderna de Castilla-La Mancha con los mejores adelantos y de las más eficaces para tratamiento de residuos de construcción y demolición”. Así, la planta de RCDS de Ciudad Real tendrá capacidad para transformar 90 toneladas a la hora y el proyecto presenta una serie de mejoras como un plan de reducción de impactos y restauración final, restauración de la actual escombrera con el material inerte de la planta de RCDS y la plantación posterior de planta autóctomas una vez finalizadas las labores de desmantelamiento.
Dentro de las novedades está también la incorporación de filtros que contribuyen a una menor generación de partículas en suspensión en el aire, la construcción de una planta de decantación, un taller de almacenamiento de bidones, baterías, etc., y una planta de compostaje. Por último, en la planta de RCDS también se va a prestar servicio de tratamiento de voluminosos y la empresa adjudicataria se encargará de la gestión integral de voluminosos por un volumen de 18.500 toneladas/año.
El arrendamiento a la UTE Segema-Urbaja se hace por un periodo de 20 años y por la cantidad de 4.500 euros trimestrales y un 2% más, variable, al año.
Para el concejal de Sostenibilidad, “se trata del proyecto medioambiental más importante que el Ayuntamiento de Ciudad Real acomete en esta legislatura y el que más aportará a la ciudad, pues ofrece un lugar para reciclar residuos de construcción y demolición, algo fundamental para la conservación del medio ambiente”. Además, según Caballero, “con la entrada en funcionamiento de la planta de RCDS, los constructores dispondrán de un lugar específico y concreto donde llevar sus residuos, facilitándoles así, el Ayuntamiento, el cumplimiento de la ley”.
