Imanol Arias y Juan Echanove revolucionaron al vecindario de la bodega La Tercia, en el que grabaron una parte del programa que protagonizan, en un capitulo que se dedicará, en parte, a la gastronomía cervantina, especialmente al guiso de bodas. Se emitirá en la segunda temporada, a partir de septiembre de 2011.
Son muchos los visitantes que encuentran atractivas la cultura o la gastronomía manchega, pero, por si hay alguna duda, a veces vienen para recordarlo personajes de especial relevancia.
El equipo completo del programa Un País Para Comérselo ha grabado en la comarca manchega un nuevo capítulo para su próximo temporada, que empieza en septiembre del año que viene. Su itinerario de rodaje culminaba en la bodega La Tercia, en la calle Almagro, dónde el equipo de Televisión Española pudo seguir paso a paso como se elabora el guiso de las Bodas de Camacho.
En este recorrido por el centro de La Mancha el equipo que dirige Imanol Arias, secundado por Juan Echanove y Tonino Guitán, en el programa de televisión española recoge la cultura de cada lugar a través de su gastronomía, pero lo importante son fundamentalmente las personas que en cada lugar se van encontrando.
En el caso de La Mancha, que es el mayor viñedo del mundo, el vino no podría dejar de tener un protagonismo especial. Según Imanol Arias, en La Mancha hay emprendedores y hay un negocio masivo de vino y vid, con producciones millonarias, aunque las grandes bodegas y cooperativas deberían incidir más en la calidad. Aún así señalaba que a su juicio, el cuarenta por ciento de la producción manchega es vino bueno.
El lugar donde se realizó y finalizó el programa, La Tercia, es una bodega original de principios del siglo XX. La familia la heredó y reanudó la elaboración con las uvas de sus viñas situadas en parajes muy conocidos del término, como Marañón, Parrales y La Madrila, de dónde salen las dos variedades típicas, airén y tempranillo, para sus vinos orgánicos, según nos explicó Jesús Sánchez Mateos, enólogo de la citada bodega.
El programa ha encontrado un éxito inesperado incluso para sus productores con un alto nivel de audiencia tratándose de un formato un tanto especializado y poco habitual. Algún columnista, como David Trueba, en el diario El País, ha realizado críticas favorables, aunque su responsable aclara que aunque el contenido del programa sea gastronómico es un trabajo de descubrimiento.
Los buenos resultados de audiencia remiten también a un precedente, José Antonio Labordeta y su prolongado periplo (un País en La mochila), también en la televisión pública, por la artesanía, la gastronomía y la cultura de toda España.
El caso es que Un País Para Comérselo afronta su segunda temporada recorriendo La Mancha con unas cifras excelentes, ya que en su edición de la semana anterior tuvo una media de dos millones seiscientos mil espectadores a las doce de la noche, lo que equivale a más de siete millones de personas como audiencia y hasta 22 millones en el canal internacional.
