La última ocurrencia de este Ayuntamiento «que enamora…» es el MultaCar, esa nueva forma de sacar dinero para las maltrechas arcas municipales.
El Multacar es sólo el resultado visible de una de las consecuencias de la ausencia de una auténtica política de Educación Vial por parte del consistorio y no se si de de alguna administración más, dirigida a los conductores, en orden a concienciarlos sobre los problemas del tráfico.
Una Educación Vial encaminada a convencer al conductor de que no debe coger el coche más que para desplazamientos puntuales, compras grandes, etc, dentro de la ciudad y no hacerlo como lo hace hoy por hoy. Desplazamientos al centro en su mayoría para papeleos o ir de tiendas, sabiendo de antemano que hay muchos más vehículos que plazas, y que casi con seguridad no encontrará aparcamiento cerca de donde vá por lo que o aparca indebidamente o lo tiene que dejar en algún solar del extrarradio….
Una EV encaminada a convencerle de que debe dejar el coche y coger el autobús o la bici, o ir andando si no va a cargar mucho.
Una EV encaminada a convencerle de que el coche no debe subirlo a la acera, ni dejarlo en doble fila, o en el paso de cebra, ni en la zona de minusválidos, ni en la zona peatonal, ni… Pero para ello el Ayuntamiento «que enamora» a través de su concejalía de Tráfico debería haber previsto todo esto y haber dotado de una auténtica flota de autobuses, con más coches y con mas frecuencia (hoy algunos de ellos hacen «giras» y tardan muchísimo, razón por la cual no son utilizados); al mismo tiempo para favorecer el uso de la bicicleta, transporte barato y ecológico por antonomasia, para lo que debería sobre todo en las nuevas zonas residenciales haber previsto y creado carriles bici. Hoy sólo disponemos dentro del casco urbano de uno en línea recta desde la rotonda del AVE al Campus.
Otro fracaso de la EV son los resaltes para que los vehículos no vayan tan rápidos. Muchos aflojan y luego se enbalan… Y otro fracaso de la EV son los pivotes de las aceras para que los vehículos no aparquen.
En fin el Multacar tendrá éxito mientras no exista una auténtica Educación Vial por parte de quien corresponda y una concienciación por parte de los conductores.
