Ante el comienzo del nuevo curso escolar, CSI-F critica la perdida de la individualización de la enseñanza, que se está produciendo «al permitirse unas ratios muy elevados de alumnos de Educación Infantil por clase».
Está siendo una «constante en numerosos centros» que al reunirse el claustro en Septiembre se produce un efecto ”sálvese quien pueda” evitando los especialistas impartir clases en Educación Infantil, «¿Cuál es la razón? sobre todo en tres años ¿será por los veintiséis alumnos/as qué hay?, de los/as cuales algunos/as no terminan de controlar esfínteres ni al final de curso o ¿porque muchos no logran ser autónomos en algunos ámbitos? Tal vez sea porque el ritmo de aprendizaje de cada alumno/a sea de lo más diverso».
«Sea cual fuere la respuesta todo sería más fácil con una ratio inferior, ¿qué paso con el principio de Individualización? Evidentemente es muy difícil integrarlo en la rutina diaria, es un reto casi inaccesible el adecuar la intervención educativa a las necesidades reales de los niños/as»- aseguran desde el sindicato. «Al final, todas las buenas intenciones e ilusiones se van desmoronando ante la dificultad de compaginar el cumplimiento de los objetivos, con los diferentes ritmos de aprendizaje».
En la Orden 12/05/09 por la que se regula la evaluación del alumnado en el 2º ciclo de Educación Infantil, el artículo 7 expresa “La observación directa y sistemática, el análisis de las producciones del niño/a, su expresión oral y las entrevistas con las familias, constituirán las principales estrategias y técnicas de evaluación utilizadas por el profesorado”
«En definitiva, si todos los más próximos a los niños/as estamos de acuerdo en este principio de individualización ¿Por qué se nos ponen trabas al permitir aulas masificadas? a caso han olvidado que vivimos en una sociedad plural, donde confluyen diferentes culturas, lenguas, religiones, estructuras familiares….y que el integrarlo todo supone un esfuerzo que requiere la compresión práctica apoyada por la Ley y no al contrario».