La Policía Local de Miguelturra quiere informar, a través de su página web, sobre temas de interés para el ciudadano, más aún en esta época del año. Advierte que el período vacacional es uno de los más propensos para que los estafadores realicen su «agosto» con timos de todo tipo. En esta ocasión, la Policía Local de Miguelturra facilita algunas claves para poder evitar timos relacionados con las tarjetas de crédito y también con aquellos que tienen que ver con ganar dinero rápido.
En cuanto al primero de ellos, cualquiera puede recibir un e-mail en el que se le informa sobre el inminente cargo en su cuenta de una compra realizada con su tarjeta de crédito pero que, en realidad, no ha hecho. Asimismo, le facilita un número de información, supuestamente gratuito, del tipo 80 – 6234567 que resulta ser un 806 muy caro. Para estos casos, la Policía Local recomienda dirigirse a nuestro banco para anular el pago directamente.
Otro de las estafas más habituales es el llamado «timo del lazo libanés», que consiste en que los delincuentes introducen el «lazo», que suele ser un pedazo de cinta magnetoscópica, generalmente de vídeo, para que el cajero no reconozca la introducción de una tarjeta en el mismo. De esta forma la víctima, cuando llega al cajero para realizar cualquier transacción, comprueba que la tarjeta se ha quedado atascada en la ranura y que no puede operar.
En ese momento aparece uno de los timadores, haciéndose pasar por buen samaritano, ofreciéndole ayuda. Le facilita su teléfono móvil y le dice que se comunique con la sucursal bancaria para que allí le ayuden, informándole además del número telefónico de la oficina de atención al cliente. Al otro lado de la línea se encuentra el segundo timador, que le pide a la víctima que marque ocho cifras en el teléfono pero, eso sí, las últimas cuatro deben de ser las del número de seguridad de la tarjeta de crédito. Cuando se ha realizado esta operación, la víctima contempla con estupefacción que, pese a todo, la tarjeta de crédito no es devuelta por el cajero, así que finalmente abandona el lugar, momento que los timadores aprovechan para recogerla y utilizarla, al conocer el código de acceso a la misma.
Dupicado de banda magnética
En este caso, se trata de técnicas más sofisticadas y, por lo tanto, proporcionan beneficios más jugosos. Baste con recordar el escándalo que supuso la detención de una banda de estafadores que duplicaban los datos de las tarjetas de un peaje de la autopista A-7. En ese caso, los delincuentes tenían a dos compinches, en la cabina de peaje, que duplicaban los datos de las tarjetas con un lector portátil. Recientemente, también se detectó una tienda de zapatos cuyo reclamo eran sus bajos precios. Cuando el consumidor pagaba con tarjeta, el comercial -estafador- copiaba la banda magnética quedando ésta a disposición de los timadores.