El alcalde enseñará la semana que viene a los directores del Instituto Cervantes la partida bautismal de un tal Miguel de Cervantes Saavedra, anotada en el siglo XVII por el bibliotecario Real, Blas de Nasarrre, como «autor de don Quijote».
En comparecencia ante los medios de comunicación de la comarca, el alcalde Sánchez Bódalo confirmaba que, efectivamente, los Príncipes de Asturias presidieran la jornada de clausura de la reunión anual del Instituto Cervantes que se va a realizar en Alcázar de San Juan. Los herederos de la corona participaran en una reunión de trabajo del Instituto, y saludarán a la Corporación y a la ciudad. También van a estrenar un libro de honor, que nunca ha existido en este Ayuntamiento y que, en adelante, recogerá los testimonios de las visitas ilustres.
Los príncipes vienen en representación del Rey Juan Carlos, presidente de Honor del Instituto Cervantes. En su patronato rector están cuatro ministerios (educación, economía, cultura y asuntos exteriores) y son vocales natos del mismo, todos los escritores que han recibido el premio Cervantes. En esta cumbre se reúnen los directores de las 72 delegaciones que el Cervantes tiene en 40 países de los cinco continentes.
El alcalde atribuye al presidente Barreda la decisión de situar en Alcázar de San Juan esta reunión anual que ofreció a Castilla-La Mancha el máximo organismo estatal de defensa y promoción del idioma en todo el mundo. Pero Sánchez Bódalo también destaca la demostrada capacidad de la ciudad para asumir este acontecimiento, comenzando por su propia capacidad de alojamiento. Hay que tener en cuenta que, entre los directores de todo el mundo y el equipo del instituto en Madrid se ocupan cien plazas hoteleras de tres y cuatro estrellas, a lo que hay que sumar el flujo diario de expertos de los diferentes ministerios que formarán parte de las reuniones de trabajo.
El programa de trabajo de esta cumbre anual del Instituto Cervantes en Alcázar de San Juan es muy apretado. Las reuniones se sucederán, con breves descansos, entre las nueve de la mañana y las seis de la tarde. Para las horas libres, el ayuntamiento ha preparado visitas a lugares de interés, empezando por el propio patrimonio histórico de la ciudad. Desde luego, los directores del Instituto no se van a escapar de conocer la partida bautismal de un tal Miguel de Cervantes Saavedra, anotada en el siglo XVII por el bibliotecario Real, Blas de Nasarrre, como «autor de don Quijote». Huyendo de la polémica, Sánchez Bódalo reconoce la validez de otras fuentes documentales, como la que defiende Alcalá de Henares, pero presentará ante los responsables del Instituto Cervantes una serie de argumentos probados, como la relación de Cervantes con familiares en Alcázar de San Juan, uno de los cuales actuó como tutor de las hijas de un caballero al que sus muchas lecturas habían hecho perder la cabeza.
Aparte de la visita a lugares de interés cultural, el programa de actividades complementarias incluye una visita al festival de Almagro y a una representación teatral en la Cantera de los molinos, con Rafael Álvarez El Brujo, como intérprete. Entretanto, en las reuniones de trabajo y los actos institucionales, a lo largo de esos cuatro días, pasarán por Alcázar de San Juan un número indeterminado de altos cargos relacionados con la promoción de la lengua y la cultura españolas en España y en el mundo, entre ellos tres ministros, comenzando por el de educación, Ángel Gabilondo, que, siendo rector de la universidad autónoma, firmó con el ayuntamiento el convenio porque se establecía en Alcázar una de las sedes de la universidad de verano.
