Se analizaron tanto la situación actual de crisis, como los recortes económicos y las reformas legislativas que han llevado al sector a una situación de incertidumbre, que trataron de dilucidar con esta iniciativa
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real ofreció a los profesionales del sector una interesante jornada en la que se abordó la situación actual de la farmacia y su posible evolución ante el panorama cambiante que hay en la actualidad. Bajo el título “La farmacia que queremos. Buscando soluciones ante un futuro incierto” varias voces autorizadas expresaron su punto de vista en una jornada muy enriquecedora a la que asistieron casi un centenar de boticarios.
La introducción al acto corrió a cargo del presidente del colegio ciudadrealeño, Julián Creis, quien recordó la evolución histórica de de farmacia en relación a los diferentes marcos legales que han regido en la oficina de farmacia. El presidente concluyó que “es necesario crear un marco estable y sostenible para que la farmacia pueda seguir adelante con garantías”.
A continuación tomó la palabra Rafael Borrás, director del área de Bioindustrias y Farmacia de Antares Consulting, quien abordó el cambio de modelo de la farmacia en nuestro país. Para Borrás, además de la citada inestabilidad otro de los grandes problemas de la farmacia es la aportación al Sistema Nacional de Salud y el copago, pues las aportaciones de los farmacéuticos al sistema se acerca al total que paga el resto de la ciudadanía.
Borrás aboga por “medidas estructurales para el sector entre las que se incluyan fórmulas para que los usuarios participen de la sostenibilidad del sistema y que las oficinas de farmacia diversifiquen su oferta centrándose también en los servicios”. No obstante, este farmacéutico destacó aspectos positivos que actualmente tiene el sector, como un sistema de distribución muy potente.
Diferentes visiones en una mesa redonda
Para finalizar diferentes sectores del mundo farmacéutico expusieron sus puntos de vista en una mesa redonda que buscaba obtener una visión global de la problemática actual.
Isabel Baquerizo, vocal de distribución del Colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real charló de la distribución farmacéutica, indicando que “en España el 85% de la distribución está en manos de cooperativas farmacéuticas, lo que nos convierte en un sistema único en el mundo, basado en un principio de solidaridad que permite mantener a las farmacias más pequeñas”. Para Baquerizo las medidas adoptadas recientemente son muy drásticas y difíciles de aplicar, pues además de solaparse, no queda claro qué parte de la cadena farmacéutica (industria, distribución u oficina de farmacia) debe aplicarlas.
Por su parte, Enrique Ordieres, presidente de los laboratorios Cinfa explicó su visión desde la perspectiva de un laboratorio nacional de genéricos. Para él, la situación actual es muy preocupante pues el gasto farmacéutico sigue creciendo y aunque aumentan las ventas los precios de referencia de los medicamentos siguen disminuyendo. Según Ordieres el futuro pasa porque “la farmacia no dependa de los fármacos y productos financiados y que se abra a ofrecer productos y servicios diferentes, como una buena dermofarmacia o productos de nutrición, por ejemplo”.
Ana Molinero, secretaria de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria en la Comunidad de Madrid, aportó una visión desde la farmacia comunitaria. Para ella el panorama actual “está gris, aunque puede aclararse si desarrollamos la profesionalidad de los farmacéuticos y ofrecemos servicios”. La solución desde su punto de vista pasaría por “tener en cuenta a los farmacéuticos en el sistema sanitario, pues son el sector más preparado para racionalizar el gasto, que es el talón de Aquiles del sistema”.
Por último, José María del Campo, presidente de Asefarcir-Fefe planteó una propuesta de sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud para evitar que paguen siempre las consecuencias negativas las oficinas de farmacia. Su propuesta fue presentada en febrero de este año y se siguen dando a conocer, pues son “medidas muy convenientes”. Entre las ocho medidas que detalla el documento destacan desarrollar los medicamentos genéricos, excluir de la financiación medicamentos para síntomas menores, controlar la demanda de recetas, el seguimiento del paciente y por último “reducir el IVA de los medicamentos del 4% al 2%, como ya se está haciendo con éxito en algunos países europeos como Suecia”.