El precipitado Reglamento militar sacado por la Ministra Chacón con premeditación y alevosía no tiene ningún justificante: ni es necesario, ni es racional, atenta contra todo espíritu de concordia, no respeta las tradiciones y, encima, pone a parte de su propio partido contra la espada y la pared.
Con todo el respeto que se merece señora Ministra del Ejército doña Carmen Chacón, le vamos a dar nuestra opinión como partido de centro, como castellano manchegos y como españoles.
Lo primero es que este Reglamento obedece a su visión personal y no al del ejército. Ha sido su exclusiva decisión la que ha provocado semejante atropello, usted es consciente de que esta normativa iba en contra del sentido común y de la tradición, y usted la ha mantenido. Es una normativa precipitada, puesto que ha podido esperar a que pasen las festividades del Corpus y después, señora ministra, no haberla impuesto, sino dialogado con los agentes sociales y religiosos implicados, pero claro, el diálogo comienza a escasear en la casa de, donde no hace mucho, era bandera el talente y la búsqueda de consenso.
Y debería haberlo dialogado porque, sencillamente, esta normativa no era necesaria. Lo que si es necesario señora ministra es el recorte, mejor, la política de ahorro burocrático que usted debería de aplicar en su ministerio.
Este tipo de Reglamentos se basan en la escusa de la laicidad, pero la laicidad no obliga a ir en contra del espíritu religioso de la inmensa mayoría de un pueblo. ¿En qué perjudica la laicidad el que los cadetes de Toledo puedan rendir honores a la Custodia? ¿En qué perjudica la laicidad el que los cadetes de Toledo no puedan tocar el himno español ante el Santísimo? ¿En qué se perjudica a la laicidad el que los cadetes de Toledo no puedan portar la bandera de nuestra patria delante del Santísimo Sacramento? Pero, ¿es que nuestro ejército se nutre de otro planeta? ¿No son nuestros soldados los hijos del mismo pueblo que sustenta estas nuestras tradiciones que arrancan de muchos siglos atrás? ¿No hablan de la identificación del pueblo y del ejército? ¿Y estos actos en que participa el ejército qué son? No, señora Ministra, es su subjetividad, la imposición de sus creencias apoyándose y aprovechándose del cargo que todos los españoles, en el fondo, le hemos permitido, la que ha ido en contra de la mayoría de la gente, que sabe respetar sus creencias pero que no encuentra la misma correspondencia en usted.
Y por si fuese poco, hasta gran parte de su propio partido se ha situado en su contra, y no sé si esgrimiendo los argumentos anteriores, pero lo que sí está claro, es que ir en contra del sentimiento de un pueblo que vota es exponerse luego a recoger la cosecha de las decisiones insensatas que ahora se toman. Y por eso, posiblemente, de haber podido, sus propios compañeros en Castilla La Mancha, y en otros puntos de España por razones parecidas, no hubieran consentido este su Reglamento.
Nosotros, el CDS tampoco, por todas las razones que le hemos apuntado anteriormente, y porque creemos en el diálogo, y porque creemos en las tradiciones, y porque en el respeto a los sentimientos políticos, culturales, personales…, y religiosos de las personas, a las que hay que aunar y no enfrentar, personas a las que hay que darles motivos comunes para luchar todos juntos construyendo un futuro que no atenta de los unos contra los otros, sino un futuro igual para todos respetando las diferencias, pero trabajando juntos. No desuna señora Ministra, una al pueblo con su ejército y, justamente, las manifestaciones públicas de nuestras tradiciones españolas son una buena muestra para ello, y no por ello, se resiente su laicidad.
