No es fácil encontrar las palabras adecuadas para agradecer a todas y cada una de las personas que trabajan aquí la vida de Alba y Mario.
Quizá sean mas elocuentes los gestos: cada movimiento de sus brazos en el aire, cada quejido y cada llanto, cada mirada perdida hablan del milagro que habéis logrado con ellos.
La preocupación y el esfuerzo de cada pediatra, la dedicación y el mimo de cada enfermera, y el cariño y la atención de cada auxiliar son más que muestras de profesionalidad: para nosostros demuestran verdadera vocación, amor y entrega al trabajo.
Porque queremos y defendemos la Sanidad pública nos sentimos especialmente felices de saber que el HGCR cuenta con un equipo como el vuestro.
Mario y Alba serán lo que ellos decidan en el futuro y lo que las circunstancias de su tiempo les permitan, pero lo que es seguro es que son una realidad tangible que debe su existencia a este equipo humano.
Desde el fondo de nuestro corazón, eternamente gracias.
Elena, Nacho, Mario y Alba.