El microcuento recuento que nunca se acaba

La rebelión de los gorrionesÉrase una vez un pueblo anestesiado, hastiado de la tediosa rutina del mutilado; testigo inerte y bobalicón del mórbido expolio al que era sometido. Érase que se era un reino de zumba y arreo, habitado por fantasmas, por almas conformes sin potestad sobre sí mismas. Y érase una vez una tierra manchada, gobernada por engendros dolosamente inconscientes, un pozo ciego rebosante de intereses fecales.

… Y los de siempre se comieron las perdices.

*** Perdámonos***
http://culipardia.miciudadreal.net/
***
[Apoyo la tramitación del Estatuto de Autonomía alternativo]

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