Así se expuso en la reunión ordinaria del Patronato celebrada este lunes en Daimiel. El presidente del consejo asesor señalaba que “jamás” volverá a repetirse el episodio de autocombustión de turbas una vez concluido el circuito de tuberías y pozos. Respecto al Acuífero 23, el nivel freático habría subido unos 20 metros de media.
Las Tablas tendrán garantizadas al menos dos temporadas más de bonanza hídrica. Lo ha asegurado el presidente del Patronato del parque al término de la reunión ordinaria celebrada en el Centro del Agua de Daimiel. Este vaticinio, lo sustenta Luis Arroyo en las abundantes precipitaciones de los últimos meses y la sensación de que “estamos en una de esas excepcionales épocas húmedas”. Actualmente se conserva la mayor parte de la superficie encharcada con un estado óptimo de la vegetación autóctona y la recuperación progresiva de la avifauna porque, aclaraba Arroyo, “para que haya garzas ha de haber peces, un proceso que irá aconteciendo en los próximos meses”. No obstante, el pato colorado ya ha hecho acto de presencia pudiéndose contar más de un centenar.
Buena noticia también la del nivel freático del acuífero 23 que habría recuperado una media de 10 metros sólo en lo que llevamos de año hidrológico. Apunta el presidente del Patronato que el agua está a unos 20 metros de profundidad subrayando que lo llovido aún tiene que seguir filtrándose en el subsuelo.
En la reunión, el director del Parque Nacional, Carlos Ruiz, informó de todo lo ocurrido en los últimos meses como la conclusión del circuito de tuberías y pozos que sondean el entorno del humedal. Son 24 nuevos pozos, otros cuatro habilitados por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales y dos más restaurados. En palabras de Arroyo, este entramado garantizará que jamás se reproduzca el episodio de autocombustión de turbas por sequía, “porque habrá agua para empaparlas”. A este respecto, la directora de Parques Nacionales, Olga Baniandrés, se felicitaba por “haberse actuado de forma eficiente y coordinada”.
Otro problema resuelto es el del aporte de aguas en mal estado a la zona de máxima protección. En este punto, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Eduardo Alvarado, despejaba dudas al afirmar ante sus compañeros de mesa que ya está resuelto “técnicamente” gracias al proyecto de aseguramiento para que no entren aguas contaminadas desde la sierra de Villarrubia. Por lo demás, Baniandrés también apuntaba que la CHG lleva trabajando desde hace unas semanas en la estabilización de la presa de Puente Navarro que marca el punto de salida de las aguas del parque Guadiana abajo.
Para el futuro queda el compromiso de la paulatina recuperación del dominio público hidráulico con una firme declaración de intenciones. Según Arroyo “se pretende que la zona sea extensa con el deslinde del tramo que va desde el Molino de Molemocho (puerta de entrada a Las Tablas) hasta los Ojos del Guadiana”. Aunque no se han marcado fechas. Pendiente queda igualmente el asunto del uso público habida cuenta del ingente incremento de turistas. Opina la directora del Organismo Autónomo que “es una gran satisfacción que haya tantos visitantes pero se tiene compatibilizar con el uso público; en ello estamos trabajando, de momento con la generación de nuevas zonas de aparcamiento”.
Esta ha sido la primera reunión del Patronato en 2010. Queda pendiente un segundo encuentro previsiblemente a la vuelta del verano. Esta vez la sede será Villarrubia de los Ojos.
