El diputado regional del PSOE, Antonio Salinas, combina entre sus responsabilidades políticas los cargos de presidente del Patronato del Parque Nacional de Cabañeros con el de la comisión taurina socialista de Castilla-La Mancha. Se da la circunstancia de que el Grupo Socialista ha presentado ante las Cortes de Castilla-La Mancha una Proposición No de Ley de apoyo al sector taurino.
Aunque no hay ningún elemento que conlleve incompatibilidad administrativa entre ambos cargos si que resulta chocante que quien preside un organismo que se destaca por la defensa a ultranza de la naturaleza y por ello de los animales, abandere al mismo tiempo una comisión que, amparándose en los beneficios sociales, económicos y culturales de la fiesta nacional, tiene entre su cometido preservar una actividad, la taurina, que hace del sufrimiento, tortura y muerte del toro su razón de ser. La falta de tacto por esta imagen contradictoria e incoherente convierten a Salinas en una especie de Jekyll y Hyde ya que, a primera vista, no parece que el toro y el buitre leonado tengan el mismo valor. Castilla-La Mancha es una de las comunicades que con más fervor sigue las corridas de toros y su televisión autonómica casi gira en torno a ese mundillo, casi como tema exclusivo. Por cada reportaje o vista del Parque de Cabañeros, la televisión regional ofrece corridas casi a diario, cuando no reportajes y programas alrededor de fincas, divisas y toreros.