La gran mayoría del personal de la Jefatura de Tráfico de Ciudad Real, examinadores incluidos, se concentraron a las puertas de su dependencia y durante 15 minutos, respondiendo a la concentración organizada por el sindicato CSI•F, para manifestar su rechazo a las amenazas, insultos y hasta agresiones que vienen sufriendo desde hace meses y para pedir más apoyo por parte de los altos responsables de Tráfico.
El delegado de Administración Central de CSI•F, Sergio Molina, ha leído, ante un importante contingente policial y todos los concentrados, un comunicado en el que decía “que no podemos ni debemos permitir que los empleados públicos de la D.G.T. sean la diana permanente de las frustraciones y descargas de odio, que ha creado nuestra sociedad, relatando que en enero fue agredido un trabajador de Tráfico en Ceuta, otro en Barcelona el 3 de Abril, y el día 23 hubo dos salvajes agresiones a dos funcionarios en La Coruña: una examinadora, a la que mientras entregaba el resultado de un examen práctico, le estamparon su cabeza contra un vehículo, y a un compañero que salió en su ayuda y recibió dos puñetazos por el mismo agresor.”
En la Jefatura de Tráfico de Ciudad Real trabajan 47 empleados públicos, 11 de ellos examinadores, el colectivo más expuesto a sufrir los malos tratos físicos o verbales y que hoy habían adelantado su trabajo para poder estar en la concentración de protesta, que ha comenzado a las 13 horas.
Para CSI•F, estos actos vandálicos no pueden dejarse pasar de forma impune y por tal motivo, ha decidido realizar concentraciones como la de hoy en Ciudad Real, para hacer llegar a la opinión pública, la repulsa y condena contra estas actuaciones, indicando que los trabajadores de Tráfico están hartos de aguantar tantas agresiones como consecuencia de la realización de funciones propias de su cometido, exigiendo a la Administración la defensa tanto física como jurídica contra estos ataques.
CSI•F reprocha a la Dirección General de Tráfico, que no ha tenido la delicadeza de sacar ni un comunicado de prensa denunciando estas agresiones, ni tampoco ha iniciado la mas mínima información reservada sobre estos hechos.
Protocolo de intervención
CSI•F, junto a todos los empleados de Tráfico, exige responsabilidad administrativa y protección continuada, por vía jurídica y policial, tanto en los Centros Administrativos y sus aledaños, como en los lugares destinados a exámenes teóricos y prácticos de las distintas Jefaturas Provinciales y exige la
convocatoria de la Mesa Delegada de Tráfico con la máxima celeridad, tomando las medidas que pudiesen ser eficaces para la solución a este problema. Además, encargará al Comité Inter Centros de Seguridad y Salud Laboral que inicie la confección de un Protocolo de Prevención de Agresiones en la DGT, estudiando todas las medidas posibles sobre nuestra seguridad y que puedan ser aplicadas por la Abogacía del Estado en concordancia con nuestro Código Penal.